El Tesla Model 3 es el eléctrico más vendido en Europa, doblando las ventas del Renault ZOE, el segundo en discordia y muy por delante de los ID.3 e ID.4 de Volkswagen. En septiembre de 2021, incluso, se posicionó como el coche más vendido en Europa de cualquier combustible. Una situación de ventaja relativa que Tesla lleva tiempo queriendo explotar en Europa y que puede conseguirlo con su nueva Gigafactoría en Berlín.
Tras mucha polémica, la firma estadounidense ha conseguido la semana pasada el visto bueno medioambiental para su nueva Gigafactoría a las afueras de Berlín, donde pretende ensamblar medio millón de vehículos anuales. Pero, de momento, tiene que cumplir una serie de requisitos para contar con la luz verde definitiva.
La Gigafactoría de Tesla en Berlín, la última en llegar
La Gigafactoría de Tesla en las afueras de Berlín ha sido uno de los proyectos más polémicos de la firma. De hecho, el inicio de la producción lleva meses de retraso y, aunque debía haber arrancado en junio de 2021, se esperaba un inicio en diciembre "como muy tarde", en palabras de Elon Musk. Esta nueva planta será la primera de Tesla en Europa y quiere ser el impulso definitivo para convertirse en la firma de coches eléctricos líder en el Viejo Continente.
Lo cierto es que Tesla vende más Model 3 que la suma de los Volkswagen ID.3 e ID.4 (141.221 del compacto eléctrico por las 123.566 unidades que suman los germanos). Sin embargo, el respaldo del Grupo Volkswagen, con Audi, Skoda y Porsche, les posiciona como el principal vendedor de vehículos eléctricos en Europa.
Por ello, esta nueva Gigafactoría, la cuarta a nivel mundial de Tesla, es clave. Cuando ésta funcione a pleno rendimiento, Tesla quiere ensamblar 10.000 Tesla Model Y semanalmente. Una cifra que elevaría la producción anual por encima del medio millón de unidades. Pero no es sólo su único objetivo.
A la producción de automóviles habrá que sumar la fabricación de baterías, lo que permitirá un ahorro importante en los costes de los vehículos que salgan por las puertas de la planta. Un ahorro de tiempo y dinero pues, hasta entonces, las baterías que muevan los Teslas Model Y germanos serán de origen chino, de su planta de Shangai.
Para comenzar a operar, Tesla tiene que demostrar que sus planes se ajustan a lo proyectado en los informes que las autoridades ya han aprobado. Entre estas aprobaciones, la que más polémica ha levantado es la del uso del agua que la Gigafactoría tendrá que hacer para dar salida a sus baterías. De hecho, Tesla rebajó sus expectativas de necesidades de agua de 3,6 millones de metros cúbicos de agua anuales a 1,4 millones, justo la cantidad que la Asociación del Agua Strausberg-Erkner (WSE) dijo que podía permitir.
Parece que las exigencias burocráticas que Tesla ha tenido que enfrentar están casi resueltas, pero un tribunal regional ha confirmado la impugnación que un grupo ambientalista había hecho contra el permiso de abastecimiento de agua para Tesla con el que ya contaba una empresa. Un nuevo revés que, según Reuters, esperan solucionar en los próximos días.
Cuando la planta funcione a pleno rendimiento, Tesla espera emplear a 10.000 trabajadores en sus fábricas (ya tiene contratados a 2.600 según los sindicatos) y además de los más de 500.000 coches anuales, también espera producir 50 GWh de capacidad mediante sus baterías. Para hacernos una idea, la fábrica que Volkswagen quiere instalar en nuestro país, y de la que se cree que llegará a Sagunto (Valencia), tendrá una capacidad de 40 GWh.
La primera en Europa, la cuarta a nivel mundial
La Gigafactoría que Tesla está a punto de abrir en las cercanías de Berlín es la cuarta gran planta con la que la Gigafactoría contará a nivel mundial. La otra situada fuera de Estados Unidos es la de Shangai (China). El resto se encuentran al otro lado del Atlántico.
Desde que la firma comenzara a dar sus primeros pasos sostenidos, la línea estratégica ha sido la de construir inmensas plantas de ensamblaje. Lejos queda la primera fábrica de la marca, una planta situada en Fremont (California, Estados Unidos) a la que tuvieron acceso por un acuerdo con Toyota.
Tesla y Toyota consideraron explotar un espacio que llevaba funcionando desde 1955 a cargo de General Motors pero que nunca había terminado de ser rentable. A principios de la década pasada, Arnold Schwarzenegger, gobernador de California, incentivó la fabricación de vehículos eléctricos, lo que fue aprovechado por Tesla y Toyota para abrir una nueva etapa para la planta. Antes, Toyota ya había colaborado con General Motors desde la década de los 80. Pero en 2009, General Motors abandonó el proyecto y en 2010 Toyota también hizo lo propio. Dos años más tarde, el 22 de junio de 2012, Tesla entregaba el primer Tesla Model S.
Desde entonces, el crecimiento de la marca ha pasado por tres grandes Gigafactorías. La primera de ellas está situada al oeste de Reno, en Nevada (Estados Unidos) y está proyectado que alcance una producción de 35 GWH de capacidad eléctrica en baterías para vehículos eléctricos y otros 15 GWh de energía para baterías de consumo doméstico, lo que es otra vía de negocio para la firma, como la apertura de los supercargadores Tesla a todos los vehículos.
En esta línea de diversificar el negocio, Tesla cuenta como su segunda Gigafábrica a la planta que produce paneles solares en Búfalo, Nueva York (Estados Unidos) desde 2017. Esta fábrica pretendía convertirse en el mayor espacio de fabricación de este producto del mundo pero años después, los objetivos no se han conseguido, se han destruido empleos y han arreciado las críticas a un proyecto para el que fue necesario comprar SolarCity, la empresa especializada que explotaba unos terrenos que son propietarios del Estado de Nueva York.
La conocida como Gigafactoría 3 es la situada en Shangai (China), la cual es la primera fábrica de coches en el país que es completamente extranjera y la primera para Tesla fuera de Estados Unidos. La producción anual para este espacio se ha situado, de nuevo, en el medio millón de vehículos y desde octubre ya fabrica más vehículos que la planta de Fremont.
Para Tesla, este espacio de fabricación es clave pues, en las propias palabras de Musk, "actualmente posee la mejor calidad y el coste de fabricación más bajo". Pero, además, China es un país donde el coche eléctrico está despegando con fuerza y donde Tesla está consiguiendo buenos resultados. Sólo en el mes de diciembre de 2021, la marca vendió 70.847 unidades, la mitad de las ventas de todo el año pasado en Europa y muy lejos de las 15.484 unidades que había vendido en el mes de enero de ese mismo año.
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