La Xbox Series X es en esencia un PC, así que, ¿por qué no usarlo como tal? Eso es desde luego lo que algunos querríamos hacer para aprovechar la potencia de la consola no solo para jugar, sino también para trabajar. Ese sueño está ahora un poco más cerca.
Lo está gracias a la llegada de la nueva versión de Microsoft Edge a la Xbox. Este navegador es ahora casi idéntico al de la versión para Windows 10 (o Windows 11) y permite cosas como jugar a Stadia desde la Xbox e incluso escribir documentos o consultar el correo. No solo eso: también lo hemos probado con Windows 365, aunque aquí os adelantamos que la experiencia es, al menos de momento, muy poco recomendable.
Un Microsoft Edge casi idéntico al otro Microsoft Edge
El nuevo navegador ya llevaba varios meses disponibles para los miembros del programa Insiders de la Xbox, pero es ahora cuando esa actualización ha llegado a todos los propietarios de las consolas de Microsoft.
Hay unas cuantas novedades de las que hablan en el anuncio oficial y que también se habían adelantado. Entre ellas destaca por ejemplo la posibilidad de jugar a juegos de Xbox Game Pass desde la nube, sin tener que instalarlos en la consola: esta opción es estupenda (entre otras cosas) para echar un vistazo a esos juegos a los que les tenemos puesto el ojo pero queremos probar brevemente por si nos convencen.
Sin embargo es esa llegada del nuevo Microsoft Edge a todas las consolas Xbox. Eso permite disfrutar de prácticamente todas las opciones del navegador, incluido el soporte de estándares y la capacidad de usarlo por ejemplo para jugar a juegos de Stadia o incluso de Steam gracias a Parsec, una herramienta con la que emitir por streaming esos juegos desde un PC a la consola.
Hay no obstante limitaciones: el navegador en la Xbox no permite las descargas o las extensiones del explorador, así que dos elementos relevantes de esa experiencia en un PC normal se ven claramente limitados con esas ausencias.
Es posible usar el navegador para ver vídeos, pero en Microsoft advierten de que se podrían experimentar problemas si los servidores "usan estándares web que están obsoletos".
Nosotros hemos hecho pruebas con YouTube por ejemplo y todo ha ido sin problemas, pero es cierto que en estos casos parece tener más sentido usar directamente las aplicaciones nativas que existen para la Xbox tanto para esta como para otras plataformas como Netflix y sus competidoras.
Doncic las clava igual de bien
Nosotros hemos querido probar desde luego alguna de esas opciones lúdicas: el comportamiento por ejemplo con Stadia fue estupendo, con una respuesta practicamente inmediata del control que no diferenciaba mucho esa latencia de la que podríamos experimentar jugando de forma nativa en la consola.
Eso se notó en nuestras pruebas con NBA 2K21, que se cargó perfectamente en la pestaña del navegador y que rápidamente pudimos poner a pantalla completa para esconder totalmente ese marco que plantea el navegador. Eso hace que de hecho uno tenga la sensación de que está jugando al NBA 2K21 de la Xbox Series X, y no el de Stadia.
Los gráficos, lógicamente, no son los que ofrecería una versión nativa del juego, pero en todo lo demás —fluidez, tiempos de respuesta—la experiencia de juego fue estupenda, y ciertamente esto abre nuevas posibilidades para todos los que quieran disfrutar de su biblioteca en este servicio directamente en las consolas de Microsoft.
¿Puede funcionar la Xbox Series X como un PC?
Aunque en Microsoft no querían dar demasiada publicidad a esa otra opción, lo cierto es que el nuevo Microsoft Edge también permite hacer muchas cosas más relacionadas con el trabajo que muchos usuarios hacen en su día a día.
El navegador de hecho se comporta de forma fantástica a la hora de navegar por todo tipo de sitios web: la carga es especialmente fluida y el soporte de estándares es como indica Microsoft muy alto.
Eso se une a otro elemento clave: el soporte de ratón y teclado. Yo hice las pruebas con un receptor Unifying que me permite trabajar con mi teclado Logitech K800 y mi ratón Logitech MX Master y el resultado fue casi perfecto, pudiéndolos usar sin problemas en el navegador.
Es importante señalar por qué he usado un "casi". La razón es que la integración del teclado y el ratón en el navegador se combina con la del mando: cada vez que queremos escribir algo en el navegador o en el campo de direcciones, aparece el teclado en pantalla que se puede manejar con el mando de la consola.
Eso es algo molesto que interrumpe a cada poco el flujo de trabajo, y aunque puede que haya formas de desactivar ese teclado en pantalla de forma semipermanente para usar solo ratón y teclado, nosotros no logramos descubrir si eso era posible.
Aún así es posible trabajar por ejemplo con el CMS interno de Xataka sin problemas y también trabajar con Google Docs (como se muestra en la captura), y aunque el teclado en pantalla aparece cuando la consola detecta algún pequeño parón tras el cual queremos escribir, es posible esconder ese teclado pulsando en el botón B del mando.
El trabajo es por tanto parcialmente factible en este sentido, pero la consola de Microsoft sigue sin ser adecuada para este tipo de escenarios —al menos, para publicar contenidos— porque no es posible descargar por ejemplo imágenes que luego editar y subir al gestor de contenidos. Sería posible quizás usar imágenes a través de sus URLs, pero eso resta cierta autonomía y desde luego hace que todo el flujo de (mi) trabajo se vuelva poco cómodo.
Las pruebas con Windows 365, decepcionantes
La otra opción era casi más prometedora: usar la Xbox Series X con Microsoft Edge para conectarnos a Windows 365. El "PC en la nube" de Microsoft te´óricamente es un buen candidato en este ámbito, pero el resultado de nuestras pruebas, al menos en estas primeras impresiones, es decepcionante.
Todo empezaba bien: nos pudimos conectar a nuestra cuenta de pruebas de Windows 365 —la misma que usamos para analizar el servicio hace unos días— y lanzar esa sesión remota para tener un Windows 10 dentro del navegador.
Hasta ahí todo bien, pero una vez empezamos a usar ese PC en la nube, no pararon de surgir pequeños conflictos. El ratón desaparecía: es como si el ratón de Logitech y el mando de la Xbox estuvieran en conflicto, porque el puntero dejaba de mostrarse hasta que no salíamos y volvíamos a la sesión, algo que hacía imposible usar esa instancia de Windows 10 de forma fluida.
A ese problema se unía el del teclado en pantalla de la consola, que una vez más acababa siendo una interrupción continua durante la prueba. Es posible que en Microsoft ofrezcan agún tipo de solución al problema en el futuro, pero lo cierto es que aunque la sesión iba bien en cuanto a fluidez y velocidad de conexión (mejor incluso que cuando la probamos en el iPad), este tipo de conflictos hacían muy complicado poder usar este entorno de trabajo de forma adecuada.
Quizás una solución sería contar con un cliente de escritorio remoto (RDP) para la Xbox, algo que no existe hasta ahora y que no parece que Microsoft tenga intención de lanzar en un futuro próximo. Lo cierto es que hoy por hoy casi es mejor olvidarse de esa opción y, si queremos usar la consola como PC en ciertos ámbitos, usarla directamente con el navegador Edge.
¿Conclusiones? En mi caso me he quedado con ganas de mucho más. En Microsoft ofrecen casi todo lo necesario para poder usar la consola como un PC, al menos en parte, pero las limitaciones del navegador y las molestias que impone el trabajo con el ratón y teclado frente al teclado en pantalla y el mando de la consola hacen que todo sea un poco frustrante.
Nuestros compañeros de Genbeta ya habían probado lo mismo en julio con la versión preliminar del navegador y llegaban a conclusiones similares.
Os animamos a que probéis la experiencia si podéis y compartáis vuestras impresiones, pero de momento parece claro que esto está muy orientado a esa apertura a otras plataformas de streaming como Stadia, y no tanto a permitir que jubilemos nuestro PC y usemos en su lugar la Xbox para trabajar.
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