La gama Batis del fabricante Zeiss se completó hace unos meses con la llegada del Zeiss Batis 2/40 CF, que completaba el hueco entre el 2/25 y el 1.8/85. Un objetivo de gran calidad de construcción, excelencia óptica y que incorpora una opción de enfoque a muy corta distancia (de ahí su denominación CF: Close Focus) que lo convierte en un objetivo polivalente que hemos podido probar.
Siguiendo esta gama Batis, este 2/40 con una distancia focal fija de 40 mm y una apertura máxima de f/2 se convierte en un objetivo polivalente, que es lo que Zeiss ha buscado con este objetivo para montura Sony E. Por supuesto, es un objetivo sellado y como curiosidad, cuenta con una pequeña pantalla OLED que nos indica alguna información útil de un rápido vistazo.
Características
Repasamos primero sus principales características.
Longitud focal | 40 mm |
Rango de apertura | f/2 – f/22 |
Montura | Sony E-Mount |
Rango de enfoque | 0,24 m – ∞ |
Distancia de trabajo libre | 0,14 m – ∞ |
Relación de imagen con la distancia mínima al objeto | 1:3.3 |
Número de elementos | grupos | 9 / 8 |
Diámetro de filtro | 67 mm |
Peso | 361 g |
Precio | 1.299€ |
Diseño y ergonomía
A primera vista el objetivo, para contar con una focal de 40 mm, parece algo grande, casi tanto como el 85 mm, pero realmente se trata de un objetivo ligero, apenas supera los 360 gramos y sin embargo cuenta con una construcción muy sólida y resulta especialmente cómodo. Esto se nota enseguida que lo montas sobre el cuerpo y prescindes el amplio parasol. Entonces, el conjunto se convierte en un equipo realmente ligero y compacto. Muy cómodo, con un agarre agradable.
Usar el Batis 2/40 con modo de enfoque manual resulta una delicia
De hecho, usar el Batis 2/40 con modo de enfoque manual resulta una delicia, gracias a su amplio anillo de enfoque con acabado en goma que nos ayuda mucho a lograr precisión y hace que sea excepcionalmente cómodo. Especialmente útil cuando el activamos el interruptor de opción CF (Close Focus) para enfoque próximo y queremos ajustar al máximo el punto de foco si usamos su máxima apertura.
Como decimos, la construcción es de calidad, un cuerpo metálico (menos el parasol), que sigue la misma línea que el resto de Batis (incluso el diámetro, que es un gran acierto). Es decir, una combinación de ligereza y resistencia gracias a su acabado sellado (protección contra polvo y condiciones meteorológicas adversas), dentro de un diseño sobrio y elegante propio del fabricante. El botón de CF está bien situado y es fácil accionarlo cuando lo necesitamos, con suficiente resistencia para que no lo activemos accidentalmente.
El otro detalle a destacar en este apartado es la inclusión de una pequeña pantalla OLED que incluye información de la distancia de enfoque y la profundidad de campo. Es realmente pequeña, pero cuando se trabaja con escenas de precisión, enfoque próximo y accionamos el modo manual, es interesante para aumentar la precisión a la hora de hacer los correspondientes ajustes.
Lo cierto, es que a pesar de su tamaño pequeño e intuimos que escaso consumo, bien se podría haber aprovechado para añadir algo de mayor utilidad, no solo cuando seleccionamos el modo de enfoque manual.
Zeiss Batis 2/40 CF: enfoque
El Zeiss Batis se ha probado con una Sony A7R III con la reciente actualización con mejoras en el enfoque, por lo que los resultados obtenidos han sido realmente buenos. El enfoque preciso a ojos en retratos o el modo de seguimiento conseguido es muy satisfactorio. Además, la precisión del objetivo hace que sea excepcionalmente silencioso, por lo que su uso para determinadas escenas y, especialmente, para grabación de vídeo, sea muy interesante.
Tanto en escenas con buena luz, como con altos contrastes y en interiores y escenas nocturnas, este Zeiss se ha comportado con buena nota a la hora de lograr un enfoque automático preciso. Solo en algunas ocasiones, con escenas complicadas de bajo contraste, ha sido algo menos veloz, pero nada realmente reseñable para usarlo en fotografía urbana, viaje o reportaje, donde responde tan bien como se espera.
Pero sin duda, en este apartado de enfoque nos tenemos que detener en su opción adicional de enfoque próximo, ese CF que lleva en su denominación y que sirve para trabajas con escenas casi macro. Y decimos casi, porque realmente no es un objetivo macro, pero cuenta con un factor de escala de 1:3.3, por lo que la magnificación que consigue es muy valiosa para estos menesteres.
Además, el enfoque manual, gracias al anillo tan cómodo y el sistema fly-by-wire (o sistema de enfoque por cable que hace que el movimiento del anillo de enfoque se mida electrónicamente y luego el motor mueve las lentes, para lo cual necesita estar encendido en todo momento) hacer fotografía de primeros planos y detalles es un plus en este objetivo, que sin duda, aumenta su versatilidad.
Calidad de imagen
Tratándose de un Batis esperábamos un gran resultado tanto en nitidez como la suavidad de su bokeh a máxima apertura como así ha sido. Al igual que su capacidad para reproducir el color y la ausencia de aberraciones. Tiene una distancia focal que se aproxima al angular corto, pero no se aprecia distorsión, ni hemos encontrado aberración cromática reseñable en las pruebas.
Su generoso parasol y su acabado también ayuda a controlar los reflejos y luces parásitas, teniendo un gran comportamiento en los destellos con luces frontales. En cuanto al rendimiento a su máxima apertura, ese f/2 es una delicia en cuanto a desenfoque, muy suave, circular… aunque es cierto que también se aprecia cierto viñeteo que ya a f/2.8 es inexistente. Ocurre algo similar con la nitidez, siendo excepcional en un rango entre f/5.6 y f/11, con unos resultados extraordinarios.
Conclusiones
Siendo de la gama Batis, esperábamos que estuviera a la elevada altura del resto y así ha sido. Es un objetivo ligero, de gran calidad óptica, con diseño sobrio y sellado, suficientes argumentos como para justificar su precio (1.299 euros). Pero es que además, hay que destacar su enorme versatilidad.
Una focal de 40 mm puede parecer poco frecuente o concreta, no es ni el clásico 35 mm ni el 50 mm, pero en realidad resulta muy polivalente, capaz de ofrecernos buenos resultados para casi todo. Y eso hoy en día, si no queremos contar con un zoom, se antoja como un objetivo muy apropiado. Tanto para fotografía urbana, para reportaje, para retratos, para lograr desenfoques fantásticos… y con el añadido de poder enfocar con gran proximidad para planos detalles que resuelve realmente bien.
Nos ha encantado su respuesta al color, su suavidad en los desenfoques y lo cómodo que es de manejar con enfoque manual (con info en su innovadora pantalla que se agradece más conforma más se usa). El objetivo es ideal para los que gusten de focales fijas y no quieran estar cambiando constantemente, porque por ligereza, versatilidad y respuesta se convierte en un objetivo para llevar siempre puesto.
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