La empresa nipona vive malos tiempos y mientras se espera conocer los resultados de su año fiscal 2020, que se anuncia será de importantes pérdidas, Hirotaka Ikegami (director ejecutivo de la compañía) reconoce en una entrevista a un medio japonés que, además de los efectos de la pandemia, la causa de sus problemas económicos está en su lenta transición hacia la tecnología sin espejo, ámbito en el que dicen van a concentrarse "de momento".
Según cuentan en Petapixel, Nikon vive una preocupante situación financiera materializada en unas pérdidas de unos 720 millones de dólares (frente a los 65 millones de ganancias en el año fiscal anterior) que les sitúan en una situación de déficit que llega a 449 millones de dólares (frente a los 168 millones que la compañía tuvo de superávit en el mismo período de 2019).
Las causas, como hemos adelantado, no estarían sólo en la brutal caída de ventas provocado por la pandemia sino en un error estratégico de Nikon que habría tardado demasiado en lanzar sus modelos sin espejo al mercado.
Según Ikegami, la empresa estaba preocupada por la reacción de sus usuarios de réflex antes dos de las principales diferencias de las mirrorless con las DSLR: el comportamiento del visor electrónico y la autonomía. En concreto, comenta que le preocupaba la clara diferencia entre la cantidad de fotos que se pueden hacer con una réflex y una sin espejo con una única carga, y se preguntaba si esto no provocaría rechazo en los profesionales y los aficionados avanzados.
El directivo de Nikon confirma que la empresa está volcada en revertir la situación, para lo cual (además de una reestructuración ya iniciada), esperan poder aumentar las ventas de sus mirrorless. Y es que, según cuenta, la cuota de este tipo de cámaras está aumentando gradualmente y sus últimos lanzamientos demuestran que están en el buen camino.
Así, se muestra convencido de que gracias a la "popularidad y el rendimiento de las últimas cámaras de la serie Z", productos que se estarían vendiendo a un ritmo más rápido que el de crecimiento del mercado, Nikon está a punto de recuperarse. Y para ello no tendrán que recortar en investigación y desarrollo, sino que continuarán invirtiendo para diferenciarse del resto de marcas.
Finalmente, concluye diciendo que la marca concentrará sus esfuerzos en sus cámaras sin espejo y ampliará su catálogo, "al menos hasta el año fiscal que finaliza en marzo de 2022". También reconoce la importancia de las cámaras dedicadas a otras labores más allá de hacer fotografías y promete que la compañía buscará invertir en mejorar las capacidades de grabación de vídeo de sus cámaras.
Esperemos que estos pronósticos se cumplan (y no sean más que una manera de desviar la atención), y que Nikon efectivamente vuelva a la primera línea de la industria (y no ese papel de segundón del que hablamos hace algunas semanas), por el bien del mercado fotográfico.
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