Todas las grandes ciudades del mundo, SIN EXCEPCIÓN, fueron diseñadas urbanísticamente en un mundo sin comercio electrónico.
Si bien la primera compra online sucedió en 1994, su verdadera gran expansión ocurrió a partir de 2010 (ese año, por ejemplo, en España, el comercio electrónico no suponía ni el 1% del total de las ventas del retail). En Barcelona, solo el 1.7% de las viviendas han sido construidas después del 2010, en Madrid, solo el 3.6%.
Es decir, aproximadamente 98 de cada 100 viendas en Barcelona, y 96 de cada 100, en Madrid, se crearon en un mundo urbanistico que apenas pensó en algo llamado "última milla", o en millones de paquetes llegando a esos hogares.
La grandes urbes españolas vivieron sus grandes expansiones entre la década de los 60 y los 80, coincidiendo con la gran expansión demográfica. El baby boom urbanístico. Ni los barrios, ni las calles, ni las aceras, de las grandes urbes españolas fueron pensadas en un mundo de consumidores consumiendo mayormente online.
Esta reflexión inédita en los foros especializados en retail, en este país, es VITAL para entender los peligros (y el absurdo), del futuro que nos aseguran mayoritariamente que sucederá en el corto plazo.
Sencillamente, nuestras ciudades no están preparadas para un retail mayormente de Amazon, Temu, Shein y apenas consumidores yendo a tiendas físicas. El simple planteamiento teórico de esa posibilidad, es una fotografía de la ignorancia.
Si mañana apenas el 50% de los barceloneses, decidiera que sus compras fueran todas online, el caos que se generaría en la ciudad sería épico. Si decidieran que les llegara el pan, fármacos, ropa, herramientas, muebles..., la mitad de lo que en Barcelona se comprara, por un solo día, la ciudad simplemente haría crack. Y los mismo para todas las grandes urbes españolas.
Es necesario declararse disidente del argumento mayoritario, de que en el corto plazo, la mayoría de nuestras compras las haremos online. Todas las urbes españolas han sido diseñadas en un mundo sin comercio electrónico. No están preparadas para que las calles se llenen de camiones, dark stores, paquetes, entregas urgentes en dimensiones millonarias.
Para que se diera, en el corto plazo, lo que muchos aventuran, deberíamos sencillamente derrumbar las ciudades y reconstruirlas.
Hoy, cada día, en Madrid, en Barcelona, por ejemplo, varios millones de personas cada día van a farmacias, ferreterías, supermercados, centros comerciales… Y la vida fluye, por que las ciudades han sido preparadas para ello. SI de pronto, un solo día, hubiera que entregar 3 millones de paquetes a los hogares, el tráfico y las calles y aceras, colapsarían. Sencillamente Barcelona y Madrid harían crack
El futuro pasa por un escenario híbrido donde las tiendas físicas tengan un papel protagónico en el día a día de las ciudades y el comercio electrónico lo complemente en la distancia.
On+off, el futuro es híbrido.
Laureano Turienzo 2024©
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