A continuación, te explicamos cómo puedes priorizar el cuidado personal mientras haces malabarismos con un horario de trabajo exigente.

1 Definir objetivos

Identificar lo que quieres lograr en tu rutina de cuidado personal es el primer paso. Esto podría ser cualquier cosa, desde asegurar ocho horas de sueño, dedicar tiempo a un pasatiempo o mantener un régimen de ejercicio regular. Las metas te dan algo a lo que aspirar y te ayudan a medir el progreso. Recuerde que estos objetivos deben ser realistas y adaptarse a su apretada agenda. Establecer metas inalcanzables puede llevar a la frustración y a lo opuesto al autocuidado.

2 Horario de programación

Asignar momentos específicos para el cuidado personal en su calendario es tan importante como programar una reunión con un cliente. Ya sea una meditación de 15 minutos por la mañana o una clase de yoga de una hora durante la semana, estas citas contigo mismo no son negociables. Trata estos bloques de tiempo con el mismo respeto con el que lo harías con cualquier compromiso profesional, y te resultará más fácil mantener tu rutina de cuidado personal en medio de una vida laboral agitada.

3 Delegar tareas

Delegar el trabajo no es solo una estrategia para la eficiencia; También es una forma de crear un respiro para el cuidado personal. Evalúe su carga de trabajo e identifique las tareas que pueden ser manejadas por colegas o subordinados. Confiar en que tu equipo asuma responsabilidades no solo los empodera, sino que también libera tu tiempo. Con este tiempo extra, puedes participar en actividades de cuidado personal que te ayuden a recargar energías y mantenerte en la cima de tu juego.

4 Descansos conscientes

Incorporar descansos breves y conscientes a lo largo de su jornada laboral puede tener un impacto significativo en su bienestar. Estos descansos son momentos para alejarse de su escritorio, respirar profundamente, estirarse o tomar un refrigerio saludable. Sirven como un reinicio para tu mente y cuerpo, previniendo el agotamiento y manteniéndote enfocado. Incluso durante los días más ocupados, encontrar unos minutos para estas pausas puede marcar una gran diferencia.

6 Reflexiona diariamente

Termina cada día con una reflexión. Tómate un momento para considerar lo que salió bien, lo que podría mejorarse y cómo te sentiste a lo largo del día. Esta práctica te ayuda a mantenerte en sintonía con tus necesidades y a hacer ajustes en tu rutina de cuidado personal según sea necesario. También te permite reconocer y celebrar las pequeñas victorias, lo cual es una parte esencial para mantener una mentalidad positiva y evitar el agotamiento.