Anteayer cumplí -mirando el contrato- 25 años en Afi aunque mi vida efectiva en esta casa comenzara casi un año antes cuando me enrolé en el Máster en Banca y Finanzas de Afi Escuela.
No pretendo aburrir a nadie en sus vacaciones, pero si quiero dejar unas palabras por aquí para marcar el dia.
Muchos me habéis preguntado cómo narices aguanta uno 25 años en un mismo sitio, en especial en Afi “donde se trabaja tanto”; que porqué no he cambiado de trabajo cuando han pasado trenes por delante, etc.. Aquí va mi respuesta:
Cuando uno está 25 años en un mismo sitio es porque se lo pasa bien y aprende de forma continua. Algunos me llamarán friki, otros dirán que si la “ansiedad intelectual”… pero yo me lo paso bien casi todos los días. La geo, la macro y los mercados; es decir, entender lo que pasa en el mundo, es muy enriquecedor. Y aún mas transmitirlo. Me siguen asombrando las cosas que pasan. Los problemas de los clientes, sus inquietudes, los retos en los que nos piden que les ayudemos, todo eso hace que -literalmente- sea imposible aburrirte. Tengo además la suerte de que, en Afi, se nos enseña a enseñar desde pequeños, y a disfrutar transmitiendo lo poco o mucho que sabemos de algo a nuestros clientes, a nuestros alumnos, a los chic@s que se incorporan a Afi cada año.
Cuando uno está 25 años en un mismo sitio es también (o sobre todo) debido a que está a gusto con la gente con quien comparte ese tiempo. Mis veintipico soci@s en Afi, los compañer@s de las muchas áreas con las que tengo la suerte de interactuar, los alumn@s de nuestra Escuela y los becari@s generan un ecosistema “viejoven” en el que uno madura sin perder nunca la frescura (aunque ya cueste bastante seguir el ritmo en las fiestas y afterwork). Y lo mismo digo de los clientes, entre los que cuento con magníficas relaciones y unas cuantas amistades. Uno trabaja con y para personas, y en estos 25 años en Afi he tenido la suerte de conectar con gente maravillosa.
Y no me enrollo más. Cinco agradecimientos directos y fin. A Cesar Cantalapiedra mi primer jefe y quien me entrevistó para hacer el máster. A Emilio Ontiveros QEPD por tratarme como un hijo, para lo bueno y para lo malo. A Ángel Berges Lobera por aguantar tantos años a alguien casi más cabezota que el. A Daniel Manzano Romero por su cariño en los momentos difíciles. Y a todos los compañeros y amigos que han formado o forman parte del área de Análisis de Afi estos años: gracias por aguantarme.
Y nada, ¡A por unos cuantos años más!
