El método para aprender inglés que deja atrás memorizar y se centra en la curiosidad y creatividad
Tal y como plantean Sofía Sabas Anduiza e Inés Anoz, directoras generales de Milton, la innovación no es opcional, de hecho, consideramos que es esencial para responder a las necesidades del alumnado de hoy y del futuro. Nuestra propuesta destaca cuatro pilares fundamentales —las personas, el conocimiento, los procesos educativos y la tecnología— que deben ser abordados de manera integral para que cualquier esfuerzo educativo alcance su verdadero potencial. Pero, ¿por qué le damos tanta importancia?
Las personas: son pieza clave para impulsar el proceso de enseñanza-aprendizaje y dar vida a nuestra comunidad educativa: docentes, estudiantes, familias.
Conocimiento: El acceso a conocimientos actualizados y relevantes es esencial para que la educación sea significativa. Estamos comprometidos con
Procesos: Los procesos educativos, desde la planificación curricular hasta la evaluación del aprendizaje, deben estar diseñados para ser flexibles y adaptativos. Además, tener las herramientas para personalizar tus clases en pocos segundos, permite adaptarnos a un mundo compuesto por diferentes estudiantes, trabajando desde las habilidades y no desde nuestras necesidades.
Tecnología: En el mundo digital de hoy, la tecnología es un habilitador clave para la innovación. No se trata de cambiar los libros por dispositivos electrónicos, se trata de adaptarnos a las necesidades y corrientes actuales, que nos permitirán hacer de la educación, un proceso inclusivo y accesible para todos.
Sin la integración efectiva de estos cuatro pilares, cualquier esfuerzo por innovar en educación puede quedarse corto. Por ello, es crucial que las instituciones y el profesorado adopten una visión holística para ofrecer experiencias educativas que realmente preparen a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo actual.
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