La semana pasada pude asistir a una nueva edición del #Texmeeting organizado por TEXFOR - Confederación de la Industria Textil, y como bien reza su nombre, es una ocasión inmejorable para mantenerse en contacto con otros colegas del #sectortextil, intercambiar impresiones e incluso iniciar alguna nueva relación comercial.
Dejando a un lado la mesa redonda, de la que siempre se aprende algo gracias a los diferentes enfoques de los invitados sobre un determinado asunto, me pareció especialmente interesante la ponencia de Dirk Vantyghem, Director General de EURATEX - European Apparel and Textile Confederation, no tanto por su contenido de sobras conocido, como por las reacciones que suscitó entre los asistentes. Os dejo unas fotografías de un par de diapositivas de la charla en cuestión. En una de ellas se enumeran las muchas leyes, todavía por promulgar, llamadas a hacer del textil un #mundomejor, un total de 16 leyes que supuestamente deberían implementarse en los próximos cinco o seis años (horizonte 2030). Mientras que de la segunda diapositiva me quedo con el último punto en negrita: "cómo reconciliar #sostenibilidad y #competitividad". Como podéis ver, es el pez que se muerde la cola…
En primer lugar, llevamos hablando de la nueva regulación más de dos años y apenas se ha producido ningún avance, aunque sí mucha especulación acerca de su contenido. Ello, sin duda, genera mucha inseguridad puesto que condiciona enormemente las inversiones futuras de las empresas. Lo que sí sabemos es que dichas leyes girarán en torno a la sostenibilidad y, por lo tanto, es más que probable que obliguen a las producciones europeas a hacer más inversiones para garantizar su cumplimiento. Y ahí viene la cuestión polémica: cómo conseguimos seguir siendo competitivos si aumentamos nuestros costes, más teniendo en cuenta que a día de hoy ya cuesta mantenerse en la brecha. Luego, además, se da por supuesto que el cliente final estará dispuesto a pagar más por un producto más sostenible (porque es así, nos guste o no, reciclar no es barato), cuando la realidad nos demuestra que en muchos casos ocurre lo contrario. Y, por último, la duda/preocupación habitual: ¿cómo se va a asegurar que el producto importado cumple también dicha normativa?
Aquí interesa destacar las intervenciones de Juan Gratacos, de GRATACOS, S.A.U., y Jaume Balaguer, de Textil Balaguer, que compartieron esta misma preocupación con los demás asistentes.
En definitiva, debemos seguir avanzando hacia un sector textil más respetuoso con el #medioambiente, buscando un equilibrio que permita la supervivencia del sector mismo.