En el demencial catálogo de negocios de Disney siempre nos acordamos de sus películas, el merchandising o los parques de atracciones, pero una de sus ideas más rentables ha resultado ser el negocio de los cruceros. Viendo hasta qué punto son capaces de trasladar el espíritu de Disneyland hasta la cubierta de un barco, no es para menos.
Aunque es más fácil acudir a uno de sus cruceros Disney al otro lado del océano, también cuenta con algunos viajes europeos que, a grandes rasgos, siguen una idea similar, recorrer varias estancias mientras la gran atracción es el barco en sí mismo. Disney Wish, su transatlántico más nuevo, cuenta incluso con la atracción más exclusiva e impresionante que han dedicado nunca a Mickey Mouse. También la primera que puedes disfrutar en medio del mar.
La primera atracción de un crucero Disney
En realidad es difícil que su recorrido sorprenda a cualquiera que haya estado en algún parque acuático moderno. A grandes rasgos es una cuesta automatizada sobre una colchoneta en la que te va contando una historia para luego soltarte por un tobogán de agua, pero basta con echar un vistazo al último tramo del recorrido para certificar que, efectivamente, debe ser algo impresionante.
Situado a más de 200 metros de altura sobre el nivel del mar y en medio del océano, el tubo transparente que completa el último tramo es una absoluta barbaridad. Lástima que llevarme a toda la familia me salga por algo más de 9.000 euros, porque entre espectáculos, atracciones de agua y experiencias tematizadas interactivas, tiene que ser una auténtica gozada.
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