Si hay un juego que ha sido capaz de llamar la atención incluso a aquellos que no sabían nada de D&D, ese es Baldur's Gate 3. El fenómeno de Larian Studios nos ha secuestrado decenas de horas solo para una partida, centenares para varias partidas. Eso sí, quizá a nadie se le había ocurrido completar el RPG de fantasía convertido en un queso, a nadie excepto a este jugador. Sí, no nos hemos confundido, el creador de contenido Bouch se aburría y un día decidió retarse a sí mismo para pasarse el juego rodando como un queso al que le falta una cuña.
¿Te estremece la idea de ver cuchillos para queso clavándose en cuerpos amarillos y jugosos? Entonces será mejor que no sigas leyendo. Como citan los compañeros de GameStar, para todos los demás amantes del queso, definitivamente debéis echar un vistazo al youtuber Bouch, quien, como hemos comentado, ha llevado su amor por los desafíos absurdos a un nuevo nivel convirtiéndose en queso para pasarse el RPG belga, tanto a él como al resto de personajes del juego.
Un desafío absurdo, pero también difícil
Si os preguntáis cómo diablos puedes transformar a tu Tav y a los miembros del grupo en quesos regordetes desde el principio y durante todo el juego, Bouch adaptó un mod existente, provocando así una transformación polimorfa permanente. Esta transformación no fue fácil: los héroes convertidos en queso tienen sus atributos limitados a diez puntos y pierden todas las habilidades y hechizos, quedándose solo con las bonificaciones pasivas. Para aprovechar esto, Bouch eligió la clase de monje, que tiene un número especialmente elevado de pasivas y así, al menos, no sucumbir ante cualquier enemigo.
Eso sí, y como podéis imaginar, este viaje del "Queso Héroe" estuvo lleno de desafíos. Bouch documentó todo su recorrido, reduciéndolo a un hilarante y súper recomendable video de 20 minutos lleno de momentos absurdos, como la música dramática que acompaña a la acción de las "ruedas de parmesano", o coronando la escena final, el clímax de la aventura, con un queso que mira con un poder descomunal a sus enemigos.
Esta peculiar hazaña es solo el último de sus extravagantes desafíos, que anteriormente han incluido jugar sin moverse, solo en ropa interior (los personajes, no el jugador), o permanentemente sobrecargado, lo que lo acerca peligrosamente al primer desafío de no moverse. Quizá pasarse el juego como una rueda de queso no sea lo que todos pensamos de cara a jugar una nueva partida, sigue siendo, sin duda, una opción única y absurda. ¿Te animarías a pasártelo como un trozo de salchichón?
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