En 2010 se dio lo que nos gusta llamar una rara avis en el desarrollo de videojuegos. Con vistas a exprimir la Wii de Nintendo y sus posibilidades de inmersión, el ya difunto Junction Point Studios, bajo el mando del mítico Warren Spector, creador de System Shock y Deus Ex, sacó adelante Epic Mickey. ¿Por qué se considera (y se consideró) un proyecto extraño? Hablamos de una licencia de Walt Disney con su mascota por excelencia en un mundo trastornado que colindaba con una pesadilla al estilo Tim Burton, convirtiéndose en un clásico (imperfecto) de culto. Ahora, 14 años después, llega Epic Mickey Rebrushed, una versión actualizada a los tiempos actuales y, tras haber visto el juego a puerta cerrada gracias a THQ Nordic, tengo claro que busca expandir lo que por imposibilidades no pudo abordar el juego original, al mismo tiempo que se pulen sus errores.
Y es que, aunque la Wii fue una consola que nos robó el corazón, fue un proyecto que generó desavenencias con la opinión general, por lo que un remake del original tres lustros después sienta como anillo al dedo para atraer a propios y extraños. ¿Se mantiene fresca la idea después de tantos años? Cada vez queda menos para saberlo, pero lo cierto es que parece ir por buen camino.
¿Un remake o una versión completa?
Cuando abordamos los remakes, lo hacemos desde dos perspectivas. Por un lado, son juegos que necesitan una actualización a los sistemas modernos porque en su momento la idea fue tan atractiva que una nueva versión puede satisfacer un mercado con ganas de más proyectos originales y hechos desde el corazón. Y qué mejor que los clásicos de culto para apelar a la nostalgia al mismo tiempo que nos recuerdan las grandes narrativas clásicas. Por otro lado, lo que me gusta considerar como un remake que, incluso respetando al original, llega para suplantarlo como la versión que de verdad debimos jugar.
En este contexto, el nuevo juego de Purple Lamp Studios, autores de The Guild 3 y el port a Steam de Sea of Thieves, aboga por esta segunda vertiente, aunque incluso a día de hoy una idea tan fresca como "la versión más oscura de Disney" sigue teniendo público. Es por ello que el estudio vienés ha cogido de forma íntegra el juego original y lo ha desmenuzado para eliminar sus problemas y sacar pecho de sus aspectos positivos.
En términos generales, si jugaste al clásico de 2010, este remake es la misma versión. Mickey Mouse entra a través de un espejo mágico a un mundo paralelo parecido a Disneylandia, plagado de creaciones rechazadas y olvidadas, y la Mancha Negra convierte esa realidad en "El Páramo", una versión decadente y "sin color", en un aspecto más poético que literal, que el ratón se propone arreglar. Mismo inicio, misma ambientación y misma motivación, pero incluso aunque su núcleo duro sea idéntico, hay pequeños añadidos que amplían el alcance del proyecto.
Ahora, Mickey contará con tres nuevas habilidades clave: el Dash, el Salto Bomba, perfecto para infligir daño en área, y un sprint. En este último caso, tenía mis dudas sobre cómo afectaría, para bien o para mal, la idea de tener la opción de correr como mecánica base, sobre todo teniendo en cuenta que el movimiento de Mickey en el original ya era rápido. Pese a ello, este no parece trastocar considerablemente el juego y se limita, en su mayoría, al combate. Un pequeño cambio que, aunque podríamos considerar insustancial, añade una capa más de pulido a un combate simple y directo, centrado en los golpes rápidos o en el uso del pincel.
Sin embargo, lo que está claro es que sigue siendo una aventura de plataformas y puzles en su núcleo, por lo que esta combinación sigue siendo la clave jugable de Rebrushed. Habrá tanto nuevos secretos en los escenarios como ciertos cambios estructurales en algunas ubicaciones para mejorar algunos puzles o secuencias plataformeras, así como lo que mencionaron como "múltiples finales". Si bien es cierto que el juego original contó con dos conclusiones —el clásico final bueno y final malo—, no puedo afirmar ni confirmar si el equipo vienés ha trabajado en añadir nuevos finales a este remake, pero nos instan a rejugarlo varias veces para descubrirlos.
Rebrushed, o cómo actualizar los gráficos y las posibilidades mecánicas
Al margen de la experiencia a los mandos, una que aún tiene mucho que demostrar una vez salga al mercado, lo que sí está claro es que la idea de trabajar en un remake permite al equipo de Purple Lamp modificar, además, el apartado estético para sacar jugo de los sistemas modernos. El estudio europeo busca ofrecer, según nos comentaron, una experiencia a 4K de resolución y 60 FPS estables en consolas actuales, es decir, PS5 y Xbox Series X|S —se sobreentiende que también en PC—, sin mencionar nada sobre Nintendo Switch.
En este caso, lamentablemente no hemos podido ver dicho port para la híbrida japonesa, así como tampoco puedo afirmar la plataforma en la que vimos su adelanto, por lo que quedará por ver cuáles son las especificaciones de la consola de Nintendo. Sea como sea, tanto Nintendo Switch como PS5 sacarán jugo del giroscopio, permitiendo emular la forma de apuntado del juego clásico donde con el mando de Wii movíamos la "mira" del pincel.
Aun con estas mejoras, Rebrushed seguirá siendo fiel al original. Ese aspecto tétrico que a muchos nos hizo cosquillas hace ya 14 años se mantendrá intacto mientras se abre el abanico de las configuraciones gráficas para respetar enteramente al juego de Warren Spector. ¿Conseguirá este remake sortear los errores del original? El próximo 24 de septiembre lo sabremos.
En 3DJuegos |
En 3DJuegos |
Ver 1 comentarios