Hay vida más allá de los juegos deportivos de fútbol. Eso es una buena noticia, incluso si no te gustan otros deportes más allá del que representa EA Sports FC porque, aunque no son competencia directa, sí que comparten muchas características básicas y pueden dar con soluciones a problemas o necesidades de los simuladores futbolísticos.
Ese es el caso de EA Sports College Football 25, el más reciente de los videojuegos deportivos de Electronic Arts, y además una franquicia que llevaba más de 10 años sin aparecer. Aunque Madden haya seguido llegando puntual a la cita del fútbol americano basado en la NFL, el videojuego universitario había estado en un hiato hasta hace apenas unos días.
Evidentemente, hay muchas diferencias. Podemos mencionar la muy superior cantidad de universidades presentes frente a las 32 franquicias de la NFL jugables en Madden, así como el estilo de juego mucho más ofensivo y directo de College Football. Pero el mayor interés para nosotros, como jugadores del modo carrera de mánager en EA FC, va a estar en el modo Dinastía.
El Modo Dinastía me ha atrapado por completo
En esencia es un modo carrera de mánager en el que lideraremos una universidad hasta un título nacional, pudiendo elegir desde equipos con una gran tradición y talento, a otros mucho más modestos. Hasta aquí todo igual que en EA FC, ¿verdad? Pues bien, el mayor cambio está en los fichajes.
Factores como la cercanía a tu universidad también afectan.
A diferencia de EA FC, aquí no tenemos fichajes tradicionales, con dinero de por medio; pero tampoco existen traspasos en los que se intercambien jugadores y rondas del draft. En el fútbol americano universitario los jugadores tanto procedentes de instituto, como los que solicitan el cambio de universidad tras una mala experiencia, se deciden por cuestiones deportivas, de tradición y de estilo de vida en las universidades, no por apartados económicos o por decisiones entre los equipos.
Es necesario trabajar con el entorno del jugador durante semanas y meses hasta conseguir el sí a nuestro proyecto
Este proceso se denomina reclutamiento, y tiene lugar, concretamente en el caso de los jugadores llegados desde el instituto, durante la propia temporada. De esta forma, a la vez que los equipos juegan partidos determinantes para su año, están intentando convencer a los jugadores de las virtudes de su universidad, de su esquema de juego y de lo mucho que va a progresar como jugador allí. Además, no está permitido incluir dinero en la ecuación, más allá de una beca para estudiar.
Paradójicamente, añadiendo la variable del dinero, esto es algo que también sucede ahora en el fútbol europeo. Muchos fichajes ya no son una cuestión limitada al periodo del mercado o que se resuelvan en una única charla con los agentes en una cena (pensad en Mbappé y el Real Madrid). Ahora es necesario trabajar con el entorno del futbolista durante semanas y meses hasta conseguir el sí a nuestro proyecto.
Cuanto más alta esté tu barra de influencia, mejor.
EA Sports College Football 25 usa un sistema de horas semanales que podemos invertir en ciertos procesos que van desde el ojeo deportivo de una promesa, pasando por conocer más su entorno y preferencias, así como ofrecer becas o visitas a nuestras instalaciones. Todo esto va afectando a la opinión del jugador semana a semana, siendo representado en unas barras de influencia.
El proceso cambia según el jugador, y también hay un sistema de subida de nivel y personalización de nuestro entrenador que puede influir en el mismo, pero la situación suele ser esta: seleccionamos objetivos de fichaje según posición y potencial esperado, ojeamos para conocer sus estadísticas, le concedemos una beca y comenzamos destinar horas en saber más de él.
Tendremos que gestionar un presupuesto, pero de horas
Podemos desde fisgar sus redes sociales, a mandarle mensajes, pasando por contactar a su familia o destinar todos nuestros recursos posibles para convencer al jugador. Cada proceso lleva unas horas semanales, y tienen un rédito tanto en influencia total, como a la hora de conocer qué detalles concretos de una universidad son decisivos para el jugador.
Saber más sobre el jugador y sus preferencias, será clave.
Quizás está interesado en el nivel académico, la exposición de marca y el estilo de juego, por poner tres cuestiones aleatorias sobre la mesa. Esto hace que, una vez conocidos dichos detalles, podamos cambiar las horas invertidas anteriormente en presentaciones que mejoren su visión de esas cuestiones en nuestra universidad como una charla con profesores o una entrevista en el podcast del campus; así como traerlo a un partido y de paso enseñarle una instalación concreta.
Puede parecer un sistema muy complejo, pero en realidad es muy simple una vez lo interiorizas. Y lo más importante, es un trabajo que se solapa con los partidos en sí, haciendo que no tengamos que esperar al mercado de fichajes para conseguir apalabrar jugadores. De esta forma se añade dinamismo a la partida, convirtiendo cada semana en un adictivo turno más, y no en una semana menos para el mercado.
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