Cuando hace supimos que este año íbamos a regresar a los cines para disfrutar de una película de Francis Ford Coppola todo fueron altas expectativas entre buena parte de la prensa y el público. Sin embargo, su estreno en el Festival de Cannes dejó helados a los espectadores mientras al mismo tiempo se publicaba una serie de acusaciones muy comprometedoras sobre el director y su producción. Ahora, Megalópolis vuelve a estar en el centro de la polémica de forma innecesaria.
Si has seguido la película como este servidor, a buen seguro que ya sabes que hace unas horas se publicó un tráiler donde se mostraban en pantalla diferentes reseñas muy negativas sobre obras maestra de la filmografía de Francis Ford Coppola. El objetivo era bastante obvio, hacer ver a la audiencia que no era la primera vez que un trabajo del cineasta estadounidense era vilipendiado por la crítica. ¿El problema? Tal y como han descubierto desde Vulture, buena parte de esas reseñas no existen o fueron realizadas sobre films ajenos al director.
Por ejemplo, la cita de "Un triunfo del estilo sobre la sustancia" forma parte de una reseña que sí hizo un mítico crítico de cine, Roger Ebert, pero a Batman (1989) y no a Drácula como se hacía ver en el avance que podéis ver arriba.
"Hemos metido la pata, lo sentimos"
Tras ser "pillados", desde Lionsgate, empresa encargada de distribuir el film en Estados Unidos, han decidido retirar el tráiler de todos sus canales. "Ofrecemos nuestras más sinceras disculpas a los críticos implicados y a Francis Ford Coppola y American Zoetrope por este error inexcusable en nuestro proceso de selección. Hemos metido la pata. Lo lamentamos", podemos leer en un breve comunicado.
En principio, Megalópolis debutará en cines de EE.UU. este 27 de septiembre con un estreno también confirmado para España gracias a Tripictures. El film narra una fábula épica romana ambientada en una América moderna imaginada en el que se enfrentan César Catilina (Adam Driver), un genio artista que busca saltar hacia un futuro utópico e idealista, y su opositor, el alcalde Franklyn Cicero (Giancarlo Esposito), que sigue comprometido con un statu quo regresivo, perpetuando la codicia, los intereses particulares y la guerra partidista.
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