La agricultura familiar produce más del 80 % de los alimentos del mundo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En el Perú, se calcula que representa el 97 % de 2,2 millones de unidades agropecuarias y emplea al 83 % de los trabajadores agrícolas del país.
Dada su importancia, y lo empobrecido que se vio el sector por la pandemia, se ha asumido el compromiso de desarrollar políticas públicas a su favor. El actual gobierno de Pedro Castillo lanzó en octubre la «Segunda Reforma Agraria», una política sin expropiaciones que busca el desarrollo de la agricultura familiar, comunera y cooperativa, y que contempla la industrialización rural y reforzar la infraestructura hidráulica. Sin embargo, los analistas locales advierten que hay varios aspectos pendientes, entre ellos está el uso de tecnologías como inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático (ML).
A nivel de los grandes grupos agroindustriales que manejan exportaciones, la digitalización ya está avanzada, pero no a nivel de minifundios. Aunque hay mucho por hacer, ya se están dando los primeros pasos, tal como se pudo conocer durante el Primer Simposio Internacional de Inteligencia Artificial organizado por el Gobierno Regional de Cajamarca y su CITE Digital (Centro de innovación tecnológica y productiva).
Martín Pérez Campos, director del CITE Digital de Cajamarca, informó que ya están armando proyectos de uso de IA en cultivos agrícolas de la región con el fin de incrementar su productividad. Se ha empezado por dar herramientas de Google para micro y pequeña empresa, dictar cursos y charlas sobre los beneficios de esta tecnología y ganar aliados estratégicos nacionales e internacionales, como por ejemplo Huawei. Con la firma coreana se firmó un convenio de apoyo para desarrollar el talento digital de la región.
Otro de sus aliados es la Embajada de Israel. Samuel Dresel, director comercial para América Latina de Agritask, explicó que su empresa, de origen israelí, ya cuenta con varios clientes locales que atienden la cadena agrícola con sus diferentes plataformas. En su presentación, detalló que sus soluciones para cooperativas o pequeños agricultores permiten recopilar datos de todo lo que pasa en el campo (con o sin internet) y los mercados, además de integrar los reportes de satélites, estaciones meteorológicas y sensores instalados en los cultivos. Luego se utiliza IA para transformar esa información en paneles de trabajo que sirven para la gestión agrícola y la toma de decisiones.
El uso de estas plataformas de gestión agrícola –que procesan información de diferentes fuentes para mejorar la toma de decisiones en la modalidad SaaS (software como servicio)–, explicó, no solo mejora la productividad gracias a una mejor gestión de la fertilidad del suelo y las maquinarias, sino que optimiza la gestión de riesgos.
La plataforma ya se está probando en cultivos locales de café, cacao y papa. Se toma muestras de la tierra, que son procesadas en laboratorio para identificar los nutrientes del suelo y los pesticidas apropiados. Eso se cruza con las otras bases de datos de plagas en la región. El sistema devuelve un análisis y recomendaciones para el cultivo que permite planificar actividades, monitorear procesos y prevenir problemas.
El uso de la IA en la agricultura permite además un desarrollo agrícola sostenible y adaptado a un clima cambiante, comentó Dresel. El sistema de Agritask incluye la gestión del riesgo ante eventuales plagas o fenómenos atmosféricos atípicos, gracias a que se nutre con datos de los satélites y cruza información en tiempo real con las estaciones meteorológicas de IBM. Con ello mejora el rendimiento de las plantas y se evitan pérdidas en los cultivos.
El experto detalló que la IA aplicada ofrece recomendaciones al agricultor sobre cuál es la mejor práctica de riego para cada cultivo, y trabaja varios modelos atendiendo a las condiciones encontradas, con lo que facilita la planificación. Además, se lleva un registro que permite la trazabilidad desde la granja a la mesa para garantizar la calidad del producto. Starbucks es uno de los compradores de café de pequeños agricultores que utilizan este tipo de tecnologías.
Experiencias colombianas
En el evento también se presentaron Oscar Castaño Macana y Fabio López, de la plataforma web para productores agrícolas Kanpo. Ellos relataron su experiencia de uso de IA con los pequeños productores de aguacate (paltas) de Colombia. Cada uno de ellos tenía un máximo de 12 hectáreas de cultivo.
El primer gran reto fue capturar la información: ellos estaban expuestos a los datos, pero no tenían registros. Se les facilitaron herramientas para recopilar datos, con o sin internet, y se les enseñó a aprovechar sus smartphones para realizar el acopio, que se complementa con otras bases de datos a las que tienen acceso en tiempo real. También implementaron códigos de barras para la trazabilidad. Con toda esa información, el sistema procesa los datos, aprende patrones y saca predicciones con reportes adecuados para cada finca.
La experiencia, afirmó Castaño, fue un éxito. Se partió pensando que iban a mejorar la productividad un 5 % de los productores del Cauca (Sur Occidente de Colombia), pero al primer año del proyecto encontraron que habían mejorado entre 30 % y 40 % sus ingresos gracias al análisis y el monitoreo de precios en las distintas bases de datos. Empezaron en una zona con 90 productores y ahora ya tienen varias regiones, con 2.000 agricultores.
La IA en el Perú
A nivel país, se está trabajando en el diseño de políticas para impulsar el desarrollo tecnológico local a través de una estrategia para impulsar la inteligencia artificial (IA), destacó Wester Zela, PhD en inteligencia artificial de la Secretaría de Gobierno Digital.
«Si bien, desde 2015 se han duplicado los empleos y doctores que manejan esta tecnología, tenemos una brecha de talento muy alta que nos obliga a importar talento. Para revertirlo, se está trabajando en potenciar el talento humano de IA en todos los niveles educativos, incluyendo alianzas regionales para formar especialistas en universidades extranjeras (en Perú solo hay 8 que dictan esta especialidad)», afirmó el funcionario.
Zela detalló que se tiene planeado crear un Centro Nacional de Computación de Alto Rendimiento, el cual estará interconectado con los 10 grandes centros de cómputo existentes en el país, para desarrollar proyectos de IA.
A nivel del sector público, de las 2.400 entidades existentes, solo un 7 % usa IA. El plan, comentó Zela, es promover en dicho sector el uso de tecnología de código abierto para desarrollar casos de uso de IA.
«Nuestra visión es acelerar el desarrollo nacional apuntando a la inclusión digital y a reducir la brecha social», enfatizó.