TMB cerrará 2024 con tres líneas de bus 100% eléctricas y el 25% de la flota de cero emisiones

El 2050 queda lejos, pero entre pitos y flautas pasan los meses y los lustros y la mitad del siglo está a la vuelta de la esquina. Ese es el año en el que la Unión Europea se ha impuesto la descarbonización de la movilidad, esto es, que los vehículos dejen de emitir gases contaminantes. En Barcelona, la empresa TMB no quiere que la cosa le pille en paños menores, y este martes ha presentado la que será la tercera línea de bus 100% eléctrica. Será la H12, la que cruza toda la Gran Via desde L'Hospitalet hasta Sant Adrià de Besòs. Antes ya recorrieron ese camino la H16 y la V15. El 2024, si nada lo impide, TMB terminará con el 25% de la flota de la compañía de cero emisiones, un total de 242 autobuses.

En el barrio del Gornal, donde la Gran Via casi se torna autopista, se han citado la teniente de alcalde de Urbanismo y presidenta de TMB, Laia Bonet, y el alcalde de L'Hospitalet, David Quirós, que no solo comparten partido político (PSC), sino también la vocación, han sostenido, "de apostar por la movilidad sostenible, que es lo que la ciudadanía exige". "Los discursos se tienen que acompañar de coherencia", ha resumiro el regidor.

Adquisiciones

A día de hoy, 11 buses de la H12 (en total son 20) ya son 100% eléctricos y se recargan en los cargadores rápidos instalados en los extremos. Tan solo cinco minutos bastan para cargar el 90% de la batería. De noche, en la cochera de la Zona Franca, para balancear la carga, se usa la de lenta absorción. Antes de que termine 2024, todos los vehículos de esta línea serán 100% eléctricos, tras una inversión de algo más de 16 millones de euros.

TMB prevé incorporar este 2024 un total de 38 buses eléctricos, con lo que, según ha destacado Bonet, "el año terminará con un 25% de la flota eléctrica". Serán 196 buses totalmente eléctricos y 46 de hidrógeno. En estas 38 adquisiciones se incluyen las 24 unidades que el Ayuntamiento de L'Hospitalet ha adquirido a través de los fondos europeos Next Generation.

Acertar no es fácil

Los cargadores corren a cargo de Endesa y han costado a TMB 1,3 millones de euros. La compañía eléctrica, que instaló el primer cargador de bus en 2015 y ya van por la cuarta generación del invento, sufrió un robo de cobre en la parada del Gornal, cosa que retrasó dos meses la obra. Explica un conductor de TMB que para acoplar el pantógrafo a la campana, desde donde se recibe la energía, "hace falta práctica, pero lo pillas rápido". En el caso de no acertar al 100%, señala un técnico de Endesa, la 'manguera' tiene cierto juego, de unos 20 centímetros, cosa que permite acertar con mayor facilidad. La carga, aunque no hay peligro, se realiza sin pasaje en el interior del vehículo.