Lo que debe saber sobre la Recomendación de la UNESCO de 1974

Los delegados de más de 40 países se reúnen en la Sede de la UNESCO para revisar el texto actualizado de la Recomendación sobre la Comprensión, la Cooperación y la Paz Internacionales y la Educación relativa a los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales de 1974.

Esta Recomendación internacional emblemática proporciona una hoja de ruta informada sobre cómo debe evolucionar la educación en el siglo XXI con el objetivo de impulsar la paz, reafirmar los derechos humanos y promover el desarrollo sostenible ante las amenazas y los desafíos contemporáneos. Pero, ¿qué significa esto exactamente y por qué este texto es único? Esto es lo que debe saber.

La Agenda para el Desarrollo Sostenible, con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, esboza un plan exhaustivo para abordar los acuciantes problemas mundiales. La Recomendación de 1974 es el primer documento internacional que reúne y articula el papel de la educación para que ésta pueda contribuir a la paz, la comprensión internacional, los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Sugiere una línea de acción que no impone obligaciones jurídicas. La educación en el espíritu de la Recomendación de 1974 pretende construir sociedades pacíficas y justas, erradicar la pobreza, promover la igualdad de género, mejorar la salud y el bienestar, combatir el cambio climático y fomentar el entendimiento entre las naciones y los pueblos. Al entrelazar estos temas, la Recomendación proporciona un enfoque holístico de la educación y alinea los esfuerzos de todos los sectores y ámbitos de especialización para abordar los desafíos comunes e impulsar un cambio positivo.

Aunque la Recomendación ha sido una fuerza progresista e impulsora al establecer principios y normas que permiten la reglamentación internacional de la educación y explicar cómo debe contribuir a la justicia, la libertad y el desarrollo sostenible, en los últimos 50 años han cambiado muchas cosas que exigen la actualización del documento.

Responder a los nuevos y persistentes desafíos y amenazas a los derechos humanos y a la comprensión internacional exige nuevos enfoques de la educación. El panorama jurídico también se ha transformado: la comunidad internacional dispone ahora de un conjunto más sólido de acuerdos y marcos para promover la paz y la no violencia, que no existían en 1974. Las nuevas investigaciones y los datos también han enriquecido el desarrollo de políticas eficaces y el seguimiento de su repercusión.

La revisión de la Recomendación de 1974 se inspiró en los resultados de la Cumbre sobre la Educación Transformadora y el informe “Los futuros de la educación”, que pusieron de relieve la necesidad de una visión más pertinente y centrada en el futuro para enseñar, aprender e innovar.

• Una nueva concepción de la paz

La paz no es sólo la ausencia de guerra y violencia directa, sino un proceso positivo y participativo por el que los individuos y las comunidades colaboran a diario para construir sociedades justas, inclusivas, sanas, sostenibles y pacíficas.

• Cambio climático y sostenibilidad medioambiental

Escuelas destruidas, pobreza exacerbada, aumento del abandono escolar y los desplazamientos: los efectos desastrosos del cambio climático ya no son emergencias aisladas. Afectan negativamente al derecho de las personas a la educación en todo el mundo.

Los sistemas educativos tienen que mejorar eficazmente su capacidad de resistencia a las crisis provocadas por el clima y hacer frente a sus repercusiones. Además, para que los educandos de todas las edades puedan desarrollar su potencial y construir un futuro pacífico, necesitan comprender la fragilidad del planeta y la creciente interdependencia de las sociedades, los recursos naturales y los ecosistemas.

Fomentar el conocimiento sobre las causas profundas del cambio climático, sus repercusiones y las formas de adaptarse y mitigarlo sin provocar más daños al planeta es necesario para que las personas puedan tomar decisiones con conocimiento de causa y trabajar con miras a crear sociedades más sostenibles. Las repercusiones del cambio climático en la educación, y viceversa, no pueden ignorarse, por lo que están profundamente integradas en la Recomendación revisada.

• Igualdad de género

Las mujeres siguen representando casi dos tercios de los adultos que no saben leer, y las niñas a menudo no pueden disfrutar plenamente de su derecho a participar en la educación, completarla y beneficiarse de ella. Aunque se ha avanzado mucho en las últimas décadas, siguen existiendo importantes brechas de género debido a la pobreza, el aislamiento geográfico, los matrimonios y embarazos precoces, la violencia de género y las actitudes tradicionales sobre el estatus y el papel de las mujeres y los hombres, entre otras razones.

La promoción de la igualdad de género y el reconocimiento de su importancia para la realización del derecho a la educación para todos es uno de los principios rectores de la Recomendación, que refleja la prioridad global de la UNESCO.

• Educación para la ciudadanía mundial

Con los acuciantes problemas nacionales y mundiales que trascienden las fronteras de los países, el papel de la educación va más allá de la alfabetización y la aritmética elemental. Se trata cada vez más de reconocer la interconexión del mundo y comprender las repercusiones de nuestras decisiones y acciones en las personas y las comunidades a escala local, nacional y mundial.

Por ello, los conocimientos, las competencias, los valores y las actitudes que promueven la tolerancia, el respeto y un sentimiento compartido de humanidad –componentes de la educación para la ciudadanía mundial– encuentran su lugar en este texto actualizado. Esto puede abarcar la enseñanza y el aprendizaje sobre el impacto de los acontecimientos y conflictos pasados y actuales, la exploración de los vínculos económicos, sociales y políticos entre los países y las sociedades, y el fomento de la empatía y el respeto por la diversidad de culturas y opiniones.

• Alfabetización mediática e informacional

En una época en la que la información es abundante, diversa y de fácil acceso, la alfabetización mediática e informacional y las capacidades digitales son herramientas que los docentes y educandos necesitan para sobrevivir y prosperar. El pensamiento crítico, la empatía y la comprensión de los principios clave de la seguridad digital, la privacidad y las interacciones éticas en línea se destacan específicamente en el texto actualizado. Las revisiones sugeridas a la Recomendación de 1974 reconocen los desafíos que plantea el panorama digital, como la desinformación y la incitación al odio, y las oportunidades de enseñanza y aprendizaje que ofrecen las nuevas tecnologías.

• Aprendizaje a lo largo de toda la vida

Al aplicar un planteamiento de aprendizaje a lo largo de toda la vida, la Recomendación garantiza que la educación siga siendo pertinente y accesible en las distintas etapas de la vida y a distintos niveles. Se fomentan las conexiones entre la educación de la primera infancia y de los adultos, la educación formal y la formación técnica y profesional. Así, cualquier persona puede adquirir nuevas capacidades, retomar sus estudios o empezarlos desde cero para lograr sus sueños y contribuir de forma significativa a la sociedad.

• Educación no formal e informal

Las escuelas no funcionan de manera aislada. El aula es sólo uno de los muchos “espacios” donde los niños socializan y aprenden. La Recomendación conecta la educación formal, la informal y la no formal, e insiste en la importancia de un enfoque que abarque a toda la sociedad en beneficio de los educandos. En este sentido, el compromiso de toda la comunidad escolar en la enseñanza y el aprendizaje es uno de los factores clave del éxito. Los padres, los responsables de las actividades extraescolares, los clubes deportivos y culturales, las organizaciones comunitarias, los museos, los medios de comunicación y la sociedad civil: todos ellos son asociados esenciales de la educación. Esto puede ser especialmente importante para los educandos no escolarizados.

La Recomendación sirve de inspiración a los países a la hora de elaborar y examinar sus leyes, políticas y prácticas nacionales. Por ejemplo, puede servir de hoja de ruta para establecer políticas escolares que combatan todas las formas de discriminación en la educación, o para poner en marcha programas de tutoría u oportunidades de formación profesional que garanticen la igualdad de oportunidades para todos y, en particular, para que las niñas y las mujeres accedan a la educación, sobresalgan y se beneficien de ella.

Los Estados Miembros presentan informes sobre la aplicación de la Recomendación al Consejo Ejecutivo de la UNESCO -su órgano de gobierno- cada cuatro años. Este informe se analiza, se transmite a la Conferencia General y se comparte con otros organismos especializados. Demuestra su compromiso con la solidaridad internacional y ayuda a supervisar sus avances hacia la meta 4.7 del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4.

Tras ser aprobado durante la segunda sesión de la reunión de Categoría II, el texto actualizado de la Recomendación se presentará a la Conferencia General en noviembre de 2023 con vistas a su aprobación durante su 42ª sesión. Cuando se apruebe, el nuevo texto sustituirá al actual.

• Recomendación de 1974
• La labor de la UNESCO en materia de educación para la ciudadanía mundial