Televisiones para jugar en PS5 y Xbox Series X|S: ¿cuál es mejor comprar? Consejos y recomendaciones

Las televisiones son unas indispensables compañeras para las consolas de última generación (y para las anteriores, claro). Porque aunque también podemos usar monitores, muchos usuarios se decantan por televisores de grandes dimensiones para aprovechar al máximo el catálogo de PS5 y Xbox Series X|S.

Hasta hace no mucho, en las anteriores generaciones de las consolas de Sony y Xbox, nos bastaba prácticamente con cualquier televisión a poco que incluyese resolución Full HD y entrada HDMI. Con la llegada de las últimas videoconsolas de ambas compañías, sin embargo, la cosa se complica algo más, y para exprimir al máximo el potencial que ofrecen es necesario que el televisor que usemos cuente con unas características muy concretas.

De modo que a continuación veremos cuáles son los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de hacernos con una televisión para jugar a los juegos de última generación, para posteriormente conocer algunos de los modelos más interesantes que encontramos en el mercado en estos momentos.

Nuestra selección de televisiones para jugar en PS5 y Xbox Series X|S

• Samsung TV Crystal UHD 4K 2024 43CU7095, la opción perfecta para los que no puedan gastar mucho dinero
• LG 55UR78006LK 55", una opción económica bastante interesante
• TCL 55QM8B, una opción Mini LED muy económica y recomendada para jugar
• Hisense 55U8KQ, otra alternativa Mini LED muy interesante
• SAMSUNG TV QLED 4K 2024 55Q77D, la opción más reciente de Samsung en la tecnología QLED
• LG OLED65G46LS, la mejor televisión OLED del mercado

Qué tener en cuenta a la hora de comprar una televisión para PS5 y Xbox Series X|S

La resolución 4K y las grandes diagonales han llegado para quedarse

Lo primero de lo que nos damos cuenta si hemos comprado (o vamos a comprar) una televisión en los últimos tiempos es que la resolución 4K es el nuevo estándar en detrimento de la que reinaba hasta hace nada: el Full HD. Y poco importa que hablemos de modelos ideales para jugar o televisiones para uso general; el Ultra HD ha llegado para quedarse y es el estándar en pleno 2021.

Y si a esto le sumamos que las últimas PlayStation y Xbox han puesto especial hincapié en desarrollar juegos con 4K real, la compra está muy clara: si queremos disfrutar al máximo de sus catálogos, nuestro televisor debe contar con dicha resolución. Además, si tenemos en cuenta que los dispositivos que pueblan los salones y estancias de nuestros hogares son cada vez más grandes, se hace indispensable.

Porque este es otro aspecto importante: el de la diagonal de la pantalla. Si antes las 32 pulgadas era el tamaño más extendido, hoy en día lo habitual es ver televisiones de 50 pulgadas o más. La elección del tamaño es algo muy personal,  y en buena medida depende del espacio con que contemos, pero para exprimir al máximo los juegos de estas consolas (y para cualquier otro uso), el objetivo está muy claro: hagámonos con la televisión más grande que nuestro bolsillo nos permita. Tras el shock inicial al dar el salto a un modelo mayor, el ojo rápidamente se acostumbra y agradecemos esas pulgadas extra.

La tasa de refresco y el HDMI 2.1: dos requisitos indispensables

Otra de las grandes bazas que están jugando PlayStation 5 y Xbox Series X|S, además de la resolución, pasa por una alta tasa de fotogramas por segundo. Esto es algo más que conocido en PC: esta plataforma siempre ha destacado por ser capaz de ofrecernos una mayor fluidez en los juegos gracias a mantener mayores FPS.

En las consolas, sin embargo, ha sido una tarea pendiente... hasta ahora; los nuevos modelos son capaces de llegar a los 120 FPS en según qué juegos. Y cada vez son más los títulos que se suman a la lista. Algo que nuestros ojos agradecen, puesto que una vez damos el salto hacia adelante en este sentido, es complicado volver a los 60 FPS. Existe mucho debate sobre este tema, y cada jugador es un mundo, pero es cierto que nunca sobran esos fotogramas extra. Y si podemos aprovecharlos, mejor que mejor.

Porque de nada nos sirve que la consola y el videojuego de turno ofrezcan más de 60 fotogramas por segundo si luego nuestra televisión únicamente alcanza los 60 Hz; esos FPS de más quedarán desaprovechados. Por lo que una buena tele que se precie y cuyo objetivo sea el de usarse conjuntamente con PS5 y XBOX X|S ha de contar con una frecuencia de actualización nativa de 120 Hz.

No abundan estos modelos en el mercado, aunque los fabricantes se están poniendo las pilas y cada vez tenemos más modelos entre los que elegir. Aunque esta alta tasa de refresco no nos servirá de mucho si la conexión HDMI de la televisión es antigua. Aquí necesitamos sí o sí contar con la versión 2.1, ya que con un mayor transferencia de datos nos abre la puerta del 4K a 120 Hz, que es el punto dulce de estas consolas.

Características puramente gaming: frecuencia de actualización variable, latencia baja, reducido tiempo de respuesta...

Finalmente, y con la vista puesta en lo gaming, existen otros tantos añadidos importantes con los que ha de contar la televisión a la que le hayamos echado el ojo para que resulte una compañera ideal de las consolas de Sony y Microsoft.

Uno de ellos es el de la frecuencia de actualización variable. Al igual que sucede en los monitores con FreeSync y G-Sync de AMD y NVIDIA, respectivamente, en las televisiones pensadas para jugar existen tecnologías capaces de sincronizar en tiempo real la tasa de fotogramas por segundo que genera la consola con los hercios del panel. Contar con ello supone evitar tearing y stuttering. Es decir, esas molestas roturas de fotogramas y esos saltos o micro parones del frametime. Así que hay que prestar atención a su presencia.

Por otro lado está la latencia, que debe ser cuanto más baja, mejor. Esto nos habla del tiempo que tarda la televisión en representar las acciones que llevamos nosotros a cabo en el mando, el ratón o el teclado con el que estemos jugando. Se mide en milisegundos, y lo ideal es que sea lo más cercana a cero posible. Muchas televisiones de última hornada están haciendo hincapié en este aspecto, y encontramos latencias realmente bajas que se notan sobre todo en entornos competitivos.

También es importante contar con el menor tiempo de respuesta posible, para que en las imágenes en movimientos no aparezcan molestas estelas. Esta característica, intrínseca a todo tipo de pantallas, se refiere al tiempo que tardan los píxeles en cambiar de color. También se mide en milisegundos y cuando más baja sea, menor efecto ghosting apreciaremos.

Por último, y no por ello menos importante, tenemos la tecnología que emplee el panel. Lo más extendido en estos momentos son los televisores OLED y LCD o QLED. Y en este apartado hay que tener en cuenta que no existe una opción ideal; cada una tiene sus ventajas e inconvenientes (entre las que juega un papel fundamental el factor precio) y con cualquiera de ellas jugaremos perfectamente.

Televisiones ideales para PlayStation 5 y Xbox Series X|S

Y ahora sí, vamos a pasar a ver algunas de las mejores televisiones que encontramos en estos momentos con las que aprovechar al máximo la potencia de las últimas consolas de Microsoft y Sony.

Samsung TV Crystal UHD 4K 2024 43CU7095

Por debajo de los 400 euros (348,92 euros en Amazon) empezamos con esta Samsung TV Crystal 43CU7095. Un modelo que tiene una resolución Ultra HD 4K, con unas dimensiones de 43', pensada para aquellos que necesiten un menor tamaño. Compatible con HDR 10+ y las principales plataformas de entretenimiento actuales, es ideal para jugar a títulos triple A a 60 FPS. Y también incluye tecnología ALLM de baja latencia.

LG 55UR78006LK 55"

Continuamos con esta LG de 55 pulgadas por un precio de 429,00 euros al momento de escribir este artículo. Se trata de la 55UR78006LK, un modelo LED con resolución 4K que incluye HDR y funciones de Smart TV. Incluye una tasa de refresco de 60 Hz, 3 conexiones HDMI (de las cuales, una es de la versión 2.1), 2 USB, Bluetooth y WiFi, además de HDR 10. Sin duda, se trata de una de las televisiones para jugar más baratas del mercado.

TCL 55QM8B

Por un precio algo superior al de la anterior televisión tenemos esta alternativa de TCL: la 55QM8B, también conocida como C805, por 699,00 euros al momento de escribir este artículo. Es la primera televisión que cuenta con un panel Mini LED, además es considerada una de las mejores en relación calidad-precio. Tiene un tamaño de 55 pulgadas y una resolución 4K. Alcanza un total de 1300 nits, 144 Hz y modo VRR. Incluye 4 puertos HDMI, de los cuáles 2 son HDMI 2.1. Y por último, tiene Full array local dimming. 

Hisense 55U8KQ

A cambio de unos 840,00 euros al momento de escribir este artículo, encontramos esta Hisense 55U8KQ. En esta ocasión, nos volvemos a encontrar con un modelo Mini LED, por lo que al final todo dependerá de los gustos de los jugadores por las diferencias que ofrece respecto al anterior modelo. Tiene un panel de 55 pulgadas, incluye 144 Hz, resolución 4K, HDMI 2.1, WiFi y Bluetooth, así como HDR 10+.

SAMSUNG TV QLED 4K 2024 55Q77D

Si preferimos la tecnología QLED, entonces esta Samsung 55Q77D es una opción muy interesante. A un precio de 749,00 euros al momento de escribir este artículo, volvemos a ver un modelo de 55 pulgadas (junto a una idéntica resolución Ultra HD). De forma nativa, es compatible con los principales servicios de juego en la nube: GeForce Now y Game Pass. Por lo que si somos suscriptores de estas plataformas, podremos aprovecharlas al cien por cien. Perfecta para jugar tanto a 60 como a 120 FPS si nuestro hardware es capaz de mover los juegos con soltura.

LG OLED65G46LS

Por último, y dando un salto importante de calidad, características y precio, por 2.484,46 euros al momento de escribir este artículo cierra la lista esta magnífica LG OLED65G46LS. Una smart TV de 65 pulgadas Ultra HD 4K que saca pecho, sobre todo, por la tecnología de su panel. El OLED consigue unos negros puros y un contraste con los que ganaremos en calidad visual. Y ojo, porque también cuenta con compatibilidad con tecnologías actuales como AMD FreeSync, NVIDIA G-Sync, WiFi 6, etc. Cuenta con un panel de 144 Hz, 1 ms de tiempo de respuesta y HDMI 2.1 como guindas del pastel.

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