Apenas unos años han pasado desde que la realidad virtual era algo completamente desconocido para la mayoría. Ahora, hemos llegado a un punto en el que España ha sido considerado el país con más intención de compra de este tipo de tecnología según algunos estudios.
Aunque para algunas personas es mucho más que una intención o que un futurible. Es algo que usan en su rutina diaria, que forma parte de su vida. Sí, ahí fuera ya existen personas que usan la realidad virtual a diario, sea por ocio, por trabajo o por ambas cosas. Personas que, gracias al uso continuado que hacen de esta tecnología, se han convertido en los mejores expertos.
Hemos hablado con Álvaro, con Juan y con Manfred_R3. También con los profesionales tras el medio “Real o Virtual”. Un foro que nace en mayo de 2013 gracias a un grupo de amigos y entusiastas de los videojuegos y el entretenimiento digital.
Todos ellos nos han contado cómo es un día en sus vidas, relacionada siempre con la realidad virtual. Para qué la usan. Qué problemas encuentran. Qué sienten. ¿Acaban mareados o cansados? Qué le dirían a alguien que jamás ha probado la RV (realidad virtual).
Un sector que, aunque sea virtual, es más real que nunca.
El camino que lleva a la realidad virtual
Antes de conocer la vida actual de estas tres personas, nos interesaba conocerles a ellos algo más personalmente. ¿Qué camino recorrieron antes de llegar a la RV? ¿Cuándo empezó a llamarles la atención?
Manfred_R3 es ahora colaborador en Fallo de Sistema, programa de Radio 3. Pero un día fue un niño soñador, imaginando mundos paralelos, leyendo novelas.
“Siempre han sido puertas a otros mundos. Y ahora, poco a poco, estamos en disposición de convertir estas puertas finalmente en una realidad. Ha merecido la pena la espera desde aquella primera exposición en los años 80 a la que me llevaron mis padres”, recuerda.
Cuando preguntamos a Álvaro Franco, miembro de Stormborn Studio, nos cuenta que fue en 1996 cuando probó por primera vez la realidad virtual en Epcot Center, el parque temático dedicado a la tecnología en Orlando.
“La sensación de inmersión me sacudió el cerebro desde entonces, haciéndome comprender en ese momento de mi juventud, todo lo que esa mágica máquina que acababa de probar podría ofrecer”, explica recordando aquella sensación de hace más de 20 años.
Juan Barambones es emprendedor. Con Rectangular, estudio independiente de videojuegos de Realidad Virtual, ha conseguido llegar a la final de los premios Playstation 2016.
“Si en mayo de 2013, cuando soñé con un mando a distancia para las Google Glass, me hubieran dicho que dos años después terminaría creando un estudio para desarrollar videojuegos de realidad virtual, nunca lo hubiera creído", cuenta él mismo en su página web.
Un día (tras otro) usando realidad virtual: dispositivo, motivación, situación
Tres chavales que se hicieron adultos soñando con universos paralelos, con ver otra realidad a través de un dispositivo. Con imágenes animadas y vidas diferentes.
Ahora los tres tienen la RV presente en cada día de su vida, forma parte de su rutina. Algo que es realmente complicado de encontrar, pero que en unos años será mucho más habitual de lo que hoy parece.
En el caso de Álvaro Franco, con el paso de los años vio como dos de sus pasiones se unían para dar lugar a su trabajo. Crea dibujos y los transforma en realidad virtual en sus proyectos.Trabaja con HTC Vive pre Kit, pero en su estudio también usan Oculus Rift. Y usa realidad virtual cada día durante varias horas, tanto por trabajo como por ocio.
Nos confiesa que él también disfruta de uno de sus videojuegos favoritos en su tiempo libre, 'Elite Dangerous', con el que nunca termina de sorprenderse viajando por el espacio durante horas (reconoce que muchas) cada fin de semana.
Y es que, aunque se dedica a la RV profesionalmente, sigue encontrando tiempo para divertirse con ella mientras está en casa tranquilamente. Ocio y trabajo que conforman una vida regida por la realidad virtual.
Barambones, por su parte, usa la realidad virtual en un 80% por motivos de trabajo y guarda un 20% para disfrutarla como ocio. Y reconoce que su tiempo libre relacionado con la RV está destinado sobre todo a probar cosas nuevas que le llaman la atención.
“Uso sobre todo HTC Vive, aunque es raro el día que en el trabajo no utilizamos las Oculus o Samsung", explica.
Entre una hora y una hora y media cada día. Ese es el tiempo que usa Manfred_R3 la realidad virtual. Y lo hace tanto por ocio, como por trabajo. "Pero sin lugar a dudas es en mis horas de ocio virtual donde se satisface esa curiosidad innata que muchos tenemos sobre este medio", nos confiesa.
Por trabajo tiene la gran suerte de disponer y probar todo cuanto sale al mercado. En lo personal, tiene unas VIVE HTC, unas Oculus Rift y unas GearVR.
¿Qué se encuentran las personas que usan RV a diario?
Pocas personas podrán hablarnos más y mejor de las que creen son los pros y contras que tiene la realidad virtual, sobre todo cuando se usa cada día. De los efectos. De lo que sienten. Son ellos los que ven los fallos más evidentes o las consecuencias que provoca.
Juan Barambones reconoce que al usarlas de lunes a viernes (no sabe ni decirnos cuántas horas al día) termina cansado.
“Sobre todo de quitártelas y ponértelas continuamente. Es uno de los problemas que tienen los desarrolladores, que todos los dispositivos están preparados para el consumidor final”, lamenta.
También Manfred_R3 nos reconoce haberse mareado durante las primeras semanas usando realidad virtual. "Al principio con la RV me mareaba tanto que solía tirar el visor para tumbarme en el sofá del salón en silencio y con los ojos cerrados. La cara de mi hijo pequeño y de mi mujer eran un poema", comenta divertido.
Pero asegura que no sabría decir si con el tiempo uno se “cura”, o si por el contrario, todo se debe a que uno deja de mirar continuamente de un lado al otro como si estuviera rodeado por un milagro y simplemente se concentra en algunos puntos, como ocurre en la vida real.
¿Y los ojos? ¿Les duelen tras estar tantas horas cada día expuestos a la realidad virtual? Está claro que se usan músculos diferentes y se fuerza la vista hacia puntos muy cercanos, independientemente de la escala vista en pantalla.
“Yo tengo que decir que no suelo notar ese cansancio ocular”, asegura Manfred. “Es más una sensación de cansancio sensorial. Mucho que ver, mucho que experimentar y durante muchas horas. A veces es extenuante físicamente”, reconoce.
Por otro lado, Álvaro Franco asegura que tampoco ha notado que su vista se resienta más de lo normal tras horas de uso si lo compara con una pantalla "al uso".
Nos cuenta que puede estar horas. Tantas que cuando se quita el HMD muchas veces se ha hecho de noche… “Es una sensación muy extraña que he compartido con más gente con la que lo he comentado”, dice.
“Algo más llamativo que he podido sentir, sobre todo en las primeros contactos es lo que creo que llaman alucinaciones virtuales”, nos cuenta.
“No estoy seguro de su término correcto, pero sí de la sensación que produce. Se trata de un instante en el cual en el mundo real, dudas si ese objeto o persona que tienes delante, es realmente tangible. Por una fracción de segundo dudas si estás en la realidad”, nos explica con cierto punto de sorpresa.
Detrás del medio Real o Virtual (ROV), están Ramón Giménez, desarrollo de negocio, y Juan Lorenzo Atienzar, redactor jefe, entre otros profesionales y una red de colaboradores que realizan artículos y análisis.
Para ellos, la RV cuenta ahora mismo cuenta con los pros y los contras de toda nueva tecnología: aunque proporciona una experiencia completamente nueva capaz de revolucionar la forma en que los seres humanos se comunican y viven todo tipo de experiencias, los dispositivos actuales son solo la primera generación, y por tanto son caros, grandes y aparatosos.
“Nos gusta compararlo con la primera generación de teléfonos móviles. Marcaron un punto de inflexión en las comunicaciones, pero tardaron un tiempo en mejorar y evolucionar hasta el punto de que hoy en día resulta impensable vivir sin ellos. Creemos que la realidad virtual va a seguir este mismo camino de mejoras”, nos cuentan Ramón y Juan.
La increíble sensación de sentir como real algo que no lo es
Cuando usas durante horas y horas cada día la realidad virtual, como hacen ellos, tu cabeza acaba por jugarte malas (o buenas) pasadas, según se mire. Y es que cuando estás inmerso durante tanto tiempo, tu cuerpo y sobre todo la percepción de todo lo que te rodea, termina por verse afectada.
Y esto no lo decimos nosotros, lo dice uno de estos tres profesionales: Manfred_R3. Asegura que cada día que participa en alguna carrera de iRacing, por ejemplo, o que pasa horas dentro de un juego para realizar alguna review, siente extrañeza al regresar e incluso tarda unos minutos en asentarse.
“Acabas de correr a 200 kilómetros por hora contra quince tipos pisándote los talones, has visitado tres planetas a bordo de tu nave espacial y te has pasado dos horas girando llaves y tirando de cuerdas en un puzzle situado en una realidad diferente”, cuenta con entusiasmo.
“Todo esto a veces sin cuerpo, otras con manos que no son las tuyas, a alturas que no tienen que ser justamente las tuyas tampoco, y rodeado de sonidos extraños”.
Manfred asegura que cuando pasas horas en la RV, todo se mezcla.Los recuerdos de “dentro” se vuelven mucho más vívidos e incluso puedes llegar a recordar lugares virtuales de manera más vívida que los reales.
“He estado en la Estación Espacial Internacional, he volado naves espaciales, he corrido en Montmeló en un fórmula uno, sobrevivido en el fondo del océano, escalado las paredes de un acantilado de las islas Fiji… y diría que todo aquello ocurrió de verdad”. Así lo cree porque asegura recordarlo mucho más que un simple juego o experiencia.
“Recuerdo con detalle el sol que entraba en la cúpula de la ISS, las marcas del asiento del interior de mi coche de formula uno, los bichos paseando por los salientes de la roca del acantilado”, nos cuenta extasiado.
Exactamente las mismas sensaciones experimenta Álvaro, asegurándonos que recuerda esas experiencias como realmente vividas. Aunque también ha tenido una sensación parecida en videojuegos tradicionales en una pantalla.
“Por eso, seguro que muchos “jugones” que lean esto, compartirán esa experiencia y entenderán como, del mismo modo, se produce en realidad virtual pero con muchísima más fuerza”, intenta explicar para todos aquellos que, quizás, no puedan llegar a ponerse en su piel.
Juan Barambones, conciso, sentencia: “La inmersión que proporciona es tan intensa que es difícil de superar por cualquiera de los medios que usamos actualmente”.
No lo dudamos.
La realidad virtual: mucho más que un “juego de niños”
Pero la realidad virtual, no solo en nuestro país si no en todo el mundo, va mucho más allá del entretenimiento, del juego y del ocio. Tiene usos tan diversos (y relevantes) como el manejo del dolor o la terapia de exposición, entre otros.
“¿Para qué serviría visitar otros mundos alternativos?”, se pregunta Manfred. Desde la arquitectura, el diseño de prototipos, la medicina en todos los ámbitos.“Por no hablar de los usos militares. Simular un entorno e interactuar con él revolucionará la humanidad. Queda saber si lo hará para bien o para mal”, se plantea.
Manfred también nos comenta cómo la sociabilidad será siempre el punto más débil de cualquier tecnología emergente y el foco de todas críticas.
“¿Ayudó Facebook a crear amigos? ¿Whatsapp hace que hablemos más o menos con nuestros contactos? ¿Las consolas vuelven insociables a quienes la usan o conectan a jugadores de todas las partes del mundo?”, se cuestiona.
Por supuesto que la realidad virtual para generar empatía es fundamental y una de las mayores motivaciones en el terreno para Álvaro Franco, mientras que Barambones también ve increíbles posibilidades en el terreno de la educación.
“Será un antes y un después a la hora de ver contenidos o experiencias. Por hacer un símil, sería como el nuevo cine. Es algo que para mí no está todavía inventado y que mezclará contenido interactivo, con narrativo y seguro que más cosas que todavía están por inventar”, explica.
¿Una tecnología de “0 a 99 años”?
Y aunque uno de sus usos pueda ser en educación, tal como nos ha contado Juan Barambones, esto nos hace plantearnos qué edad es la buena para iniciarse con este tipo de tecnología. Y sobre todo si personas como ellos, que usan la RV a diario, le ofrecen la experiencia a sus hijos. O a sus padres.
Y es que todavía hay dudas acerca de cuál es la edad mínima recomendable para que los niños comiencen a usar esta tecnología. Sus ojos aún se están desarrollando. “Como padre reflexiono cada día sobre los límites de la RV”, dice Manfred_R3.
Por ejemplo, Oculus no aconseja el visor a menores de 13 años. Sony lo rebajó a 12 años. “De momento, mientras mi hijo no llegue a esas edades, siempre lo probará junto a mí y en sesiones cortas de 10-15 minutos”, sentencia.
Barambones nos cuenta que sus hijos tienen 5 y 8 añitos. Dice que se las da “a probar” la RV muy de vez en cuando. Y claro, les encanta. Para él, la clave es la moderación.
También asegura divertido habérsela mostrado también a su padre. De 81 años.
“Mi padre alucina, así que no creo que haya edad mínima o máxima para disfrutar de la realidad virtual. Otra cosa es el efecto que produce tener una pantalla a 5 centímetros de la retina durante “x” tiempo. Sería bueno tener también estudios creíbles sobre los efectos que puedan tener a largo plazo”, reflexiona.
Ramón y Juan del medio ROV, nos cuentan cómo los grandes fabricantes están de acuerdo en que no es aconsejable su uso continuado por menores de 12 años, aunque las redes sociales estén repletas de escenas de niños alucinando con un casco en la cabeza.
“Diríamos que el consenso es que los que no lleguen a esa edad deben utilizarlo únicamente por un breve periodo de tiempo y siempre bajo la supervisión de los mayores", explican.
“En cuanto a la edad máxima... no la hay, y hemos tenido la suerte de vivir de primera mano las reacciones de jóvenes, adultos y ancianos cuando lo prueban por primera vez, siempre con una sensación mezcla de incredulidad y felicidad al quitarse el casco”, dicen desde ROV.
Le ofrezco teletransportarse a otro lugar, con eso es suficiente ¿quién puede negarse?
Queríamos preguntarles, antes de despedirnos, qué le dirían cada uno de ellos a alguien que no ha usado jamás la RV o que apenas sabe lo que es. Cómo les animarían a probarla.
Barambones les diría, sencillamente, que la tienen que probar “sí o sí”. “Es una tecnología tan fascinante que todavía no conozco a nadie que no haya quedado impresionado cuando lo prueba”, nos dice.
“¿Has pensando alguna vez en dejar este mundo por un rato y visitar esos otros mundos de tu imaginación? Ven a la Realidad Virtual”, así lo plantea Manfred, casi como un auténtico vendedor.
“Ven a todos los mundos posibles. Eso sí, no lo hagas a través de un teléfono y un visor de 10€. Así solo conseguirás visitar la clínica de un oculista”, comenta entre divertido y previsor.
Álvaro Franco es conciso y tajante: “Le ofrezco teletransportase a otro lugar, con eso es suficiente ¿quién puede negarse?”
Desde luego, nosotros no.
Imágenes: Real o Virtual, Juan Barambones, Rovtoons, Manfred_R3,
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