Aunque la industria del videojuego ha tenido muy poco que ver con la decisión, Microsoft está trabajando en una serie de actualizaciones para Windows 11 que podrían provocar una gigantesca transformación en el funcionamiento del PC como plataforma de juegos. La situación la hemos descubierto a través de un blog oficial en el que la compañía hacía un repaso a sus protocolos de seguridad y aseguraba estar buscando una forma de volver a ofrecer soluciones independientes del nivel kernel, lo que podría derivar en una restricción o limitación de su uso. La idea es que las aplicaciones puedan hacer lo mismo que hacen ahora pero con un menor número de privilegios.
Un pequeño cambio con mucha repercusión
Para entender la importancia de esta decisión de Microsoft hay que saber que un programa que funciona a nivel kernel lo hace actuando desde el núcleo del sistema operativo: el lugar en el que se controlan las órdenes dirigidas a la CPU. Este nivel de funcionamiento ofrece a las aplicaciones un mayor control y acceso a la información. Este poder ‘extra’ se puede aplicar a los videojuegos para crear sistemas antitrampas que detecten mejor los trucos y que, en líneas generales, se comporten de forma más eficiente.
El uso de sistemas antitrampas a nivel kernel se ha estandarizado en la industria del videojuego, creando una gran inseguridad entre los usuarios. El mayor acceso a la información de este tipo de programas puede hacer que los softwares de trampas se detecten más rápidamente, pero esto también genera problemas potenciales de privacidad y seguridad. ¿Os acordáis de ese bug que incapacitó millones de ordenadores en verano de este 2024? Ha recibido el nombre de 'Incidente CrowStrike', en referencia a que lo causó una actualización fallida de un programa de CrowdStrike con permisos kernel.
Valorant fue uno de los primeros videojuegos con sistema antitrampas de nivel kernel.
En este sentido, los responsables de Windows han llevado a cabo un anuncio importante en su blog: "Tanto los consumidores como los socios han pedido a Microsoft que proporcione capacidades de seguridad adicionales fuera del modo kernel que, junto con SDP, puedan utilizarse para crear soluciones de seguridad de alta seguridad (...) Microsoft y sus socios debatieron los requisitos y los principales retos para crear una plataforma que pueda satisfacer las necesidades de los proveedores de seguridad".
Aunque el trabajo de Microsoft se centra en satisfacer a las empresas de seguridad, estas soluciones podrían ser utilizadas por las desarrolladoras de videojuegos. Riot Games, que fue una de las primeras compañías en implementar un sistema antitrampas de nivel kernel, también ha sido una de las primeras en pronunciarse sobre este futuro. Todavía no quieren dar muchos detalles, pero aseguran que pronto podrán depender más de las herramientas nativas de Windows y que ofrecerán más detalles a comienzos del próximo año.
Eliminar esta tendencia creciente de antivirus que operan a nivel kernel sería una gran noticia para los usuarios, ya que se trataría de una mejora tanto en cuanto a seguridad como a privacidad. Sin embargo, la victoria podría ser aún mayor. El uso de estas herramientas, que no existen en otros sistemas operativos, está haciendo que ciertos juegos dejen de estar disponibles en Mac o Linux. Aunque es mucho especular, es posible que estos cambios permitan elegir sistema operativo de forma más libre y disfrutar de más títulos en máquinas como Steam Deck.
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