Las aventuras gráficas clásicas son infames por su dificultad. Algunos de sus puzles más obtusos llevaron días de la vida de aquellos chavales que los jugaron en los noventa. Pero sus aventuras se han mantenido en la cabeza de muchos por el carisma de sus personajes, sus excéntricos mundos y su humor.
Lost in Play quiere mitigar aquel sabor amargo que el género podía dejar en viejos jugadores a la vez que se acerca a las nuevas generaciones. Se trata de un juego cozy desarrollado por Happy Juice Games para Switch y PC que captura la esencia de aquellos años y la recontextualiza en una aventura point and click muy accesible. En ella interpretamos a dos hermanos que jugando en casa entran en un mundo de su imaginación, lo que les lleva a una gran aventura en la que tendrán que encontrar el camino de vuelta.
La imaginación infantil
El juego se guarda otra gran carta que es apreciable a simple vista: su look. De forma muy intencional, el encantador diseño artístico recuerda al de los dibujos animados de Cartoon Network, llegando a ganarse comparaciones con series como Gravity Falls, también por el diseño de sus personajes infantiles y su temática de fantasía mezclada con lo cotidiano. Desde sus coloridos e imaginativos escenarios a la divertida banda sonora a capella, las referencias son muy evidentes aquí y sirven para elevar el conjunto.
A nivel de jugabilidad podemos esperar un formato muy similar al de clásicos del género. La cámara es un scroll lateral en el que seguimos a los protagonistas mientras interactuamos con otros personajes o con objetos. Se puede jugar literalmente como un point and click tradicional si se juega en PC, pero en Switch los controles están modernizados para adaptarse al mando.
Los puzles son el atractivo principal de la jugabilidad. Con propuestas muy variadas que van desde clásicos de reordenar casillas a uno tipo juego de estrategia cenital o directamente una partida de juego de mesa tipo damas. La variedad es la clave en un título que dura alrededor de las cinco horas y que nunca busca encallar demasiado a los jugadores, con un sistema de pistas accesible en todo momento.
El mundo y los pintorescos personajes fueron el ingrediente que sedujo a la crítica y que le hizo ganarse muy buenas notas, reuniendo un 85 de media de entre 28 análisis en OpenCritic. "Es una sobresaliente aventura de puzles que puede ser jugada por cualquiera", escribieron en TheSixthAxis. "Se adentra en la ilusión de la imaginación infantil", escribian en Rock Paper Shotgun. "Recomendado como un pequeño regalo cozy para aquellos jóvenes de corazón", escribían en Checkpoint Gaming.
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