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Charlotte Knobloch, superviviente del Holocausto, evoca los embajadores de la memoria, la realidad virtual y la visibilidad del pasado

“Crecí en un mundo en el que no tenía cabida”, afirmó Charlotte Knobloch, superviviente del Holocausto, al dirigirse a los asistentes a la ceremonia oficial con motivo del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, que tuvo lugar en la sede de la UNESCO, en París, el 25 de enero de 2024.
Charlotte Knobloch

Nacida en Múnich en 1932, la Sra. Knobloch, hija del abogado y senador Fritz Neuland, fue testigo de los horrores del Holocausto. Tras vivir los pogromos de noviembre de 1938 y ser testigo de la detención de su padre por los nazis, pudo escapar de la deportación escondiéndose bajo un nombre falso gracias a unos campesinos católicos que la hicieron pasar por su hija ilegítima. A sus 91 años, Knobloch sigue compartiendo su historia como Comisionada del Congreso Judío Mundial para la Memoria del Holocausto y Presidenta de la Comunidad Judía de Múnich y Alta Baviera.

Cada año son menos los supervivientes del Holocausto que pueden contar a las generaciones actuales y futuras la injusticia, la persecución y la violencia que vivieron. La Sra. Knobloch dedicó su vida a revitalizar la comunidad y la cultura judías en Alemania después de la Guerra y a reconstruir un mundo en el que haya un lugar para todas las personas. Durante su visita a la UNESCO, la Sra. Knobloch respondió a algunas de nuestras preguntas acerca de cómo enseñar el Holocausto y dar visibilidad a la vida judía, una labor que ha llevado a cabo durante toda su vida.

Desafíos para que la memoria del Holocausto y las lecciones extraídas de éste sigan siendo importantes para las generaciones actuales y futuras

La Sra. Knobloch fue la primera mujer que dirigió el Consejo Central Judío de Alemania y ha encabezado la comunidad judía de Múnich desde la década de 1980. Vive aún en Múnich y continúa liderando y defendiendo activamente a las comunidades judías del país. Sin embargo, le preocupa que las atrocidades de la persecución de los judíos perpetradas por los nazis caigan en el olvido, especialmente en un contexto en que se incrementa el antisemitismo y la incitación al odio.

“Cualquier persona que haya tenido la suerte de haber nacido después de 1945 no puede comprender los horrores del Holocausto. Pero sólo conociendo estos horrores las personas podrán preservar el mundo en el que crecieron. El conocimiento del pasado es nuestro cortafuegos contra una historia que siempre está dispuesta a repetirse si no logramos prevenirla", afirma.

Charlotte Knobloch

La Sra. Knobloch añade que la labor de mantener viva la memoria del Holocausto es cada vez más compleja con los últimos supervivientes que abandonan la escena, pero al mismo tiempo más crucial que nunca. Y agrega: “Aunque no hay nada que pueda remplazar la interacción personal directa, lo importante es enseñar la historia a las generaciones más jóvenes y hacer que comprendan la responsabilidad colectiva de la humanidad que emana de ésta. Es también lo que pretende la UNESCO, y me regocija y agradezco que la labor conmemorativa pueda contar con un aliado tan fuerte”.

El papel activo que desempeñan los jóvenes en transmitir las historias de los supervivientes a las siguientes generaciones como “embajadores de la memoria”

“Contamos ya con varios proyectos que se han puesto en marcha para facilitar encuentros entre los supervivientes que viven aún y los jóvenes, no sólo para educar a estos últimos, sino con el objetivo explícito de prepararlos para que se conviertan en embajadores de la memoria. Los jóvenes de hoy son la última generación que podrá conocer en persona a los supervivientes del Holocausto, y tienen que darse cuenta de la responsabilidad que conlleva este papel histórico. Algún día, cuando tengan sus propios hijos y nietos, podrán transmitir lo que han visto, aprendido e interiorizado. Por supuesto, para poder hacerlo, necesitan tener acceso a una educación adecuada acerca del Holocausto que también les permita desarrollarse en esta misión”.”

Las nuevas tecnologías al servicio de la educación

“Tenemos que utilizar todas las opciones disponibles para despertar el interés de las nuevas generaciones. Libros, películas, novelas gráficas, programas de televisión, incluso los hologramas y la realidad virtual: lo importante es que cada joven pueda encontrar su propia aproximación factual y emocional al pasado al que todos debemos hacer frente”.

La Sra. Knobloch tenía sólo seis años cuando ocurrió la “Noche de los cristales rotos”, un pogromo masivo contra los judíos en Alemania y Austria el 9 de noviembre de 1938, que marcó un punto de inflexión en la persecución de las comunidades judías por el régimen nazi y sus colaboradores. 85 años más tarde, recuerda aquella noche como si hubiera ocurrido ayer, con imágenes vividas y para siempre en su memoria de vecinos que se pusieron en contra sus propios vecinos y rompieron los cristales de las sinagogas y los comercios de judíos y fueron capaces de apalear a simples ciudadanos de a pie.

La Sra. Knobloch decidió inmortalizar su historia mediante una experiencia de realidad virtual (RV) para que las generaciones futuras puedan oírla, aunque ella ya no esté. Se asoció con la Claims Conference, la USC Shoah Foundation, Meta, la UNESCO y el Congreso Judío Mundial para lanzar la iniciativa “Inside Kristallnacht” (Al interior de la Noche de los cristales rotos). A través de esta experiencia inmersiva de realidad mixta sobre los sucesos del 9 y 10 de noviembre de 1938, guía a los usuarios mediante reconstrucciones interactivas de espacios, como las sinagogas, que fueron destruidos durante aquella noche, además de fotos de archivo, secuencias de vídeo y grabaciones de audio auténticas. Todo ello con el objetivo de proporcionar a los usuarios una comprensión más profunda de lo que ocurrió antes, durante y después de la “Noche de los cristales rotos” y de cómo esta experiencia marcó su trayectoria de vida.

El papel de la educación en la lucha contra el antisemitismo y la negación y distorsión del Holocausto

La Sra. Knobloch cree que proporcionar a las personas los hechos históricos por sí solos no basta para contrarrestar la negación del Holocausto. No obstante, estos hechos son fundamentales para conocer esta historia y comprender su complejidad. Asimismo, está convencida de que la educación sobre el Holocausto y, lo que es igual de importante, la educación cívica, son esenciales para prevenir de manera eficaz la negación del Holocausto y el antisemitismo.

Esto no significa que la educación actual no pueda mejorarse. En las escuelas [alemanas] me encuentro a menudo con alumnos que hablan abiertamente de sentimientos personales de culpa, lo que me parece chocante. La idea de que los jóvenes de la edad de mis bisnietos sean considerados “culpables” por los acontecimientos del pasado es peligrosa y errónea, y llevarlos a pensar así puede hacer más mal que bien. Por el contrario, la educación sobre el Holocausto debe abordar una responsabilidad compartida por el recuerdo y por las democracias que no podrían existir sin ésta”.

Charlotte Knobloch
La Sra. Knobloch lee la lista de lugares de persecución nazi en Europa durante la exposición “Cielos Azules” en la sede de la UNESCO.

La visibilidad del pasado en los lugares de persecución nazi

La Sra. Knobloch también resalta la importancia de los lugares conmemorativos para preservar y transmitir la memoria del Holocausto: “La mayoría de los sitios en que se encontraban los campos de concentración, aunque impresionantes, no pueden transmitir plenamente los horrores del pasado. En el campo de Dachau, por ejemplo, sólo se conservan pequeñas partes de las estructuras originales, y ya hay estar un poco implicado para poder “rellenar los espacios en blanco”. Auschwitz, en cambio, es el único lugar donde el pasado es claramente visible. Nadie que visite un lugar así puede seguir siendo la misma persona que era antes de entrar en él”.