Tortoriello: revancha o pelea contra el campeón

Tortoriello: revancha o pelea contra el campeón

Un análisis político “Sin tantas vueltas y cortito” 

Anibal Tortoriello fue el candidato “outsider” por excelencia, alguien que viene desde afuera de la política. Es el tipo de personaje favorito de la nueva derecha argentina, con un perfil empresarial, apariencia prolija, valores administrativos y familiares por encima de todo. Estos atributos se vieron poderosamente incrementados por el contexto de la ciudad en crecimiento.

Resulta que Cipolletti, el sitio donde Tortoriello tiene su empresa superó ampliamente los cien mil habitantes. A pesar de esto, es una ciudad en la que, en cierto modo, como se dice en el barrio, “se conocen todos”. Anibal es un empresario exitoso, que como punto de partida comenzó desde abajo. Fue trabajador camionero, de familia trabajadora y descendiente de inmigrantes italianos. 

En él se personifica el sueño de comenzar desde abajo y llegar. Es el ejemplo perfecto de las oportunidades que rompen las estructuras sociales para permitirse el salto en los escalones de “clases sociales”.

Con el caballo de batalla amarillo llegó a ser intendente y posteriormente diputado nacional. Además, en mediciones, su nombre figura como el candidato con más intención de voto en una posible contienda para ir de nuevo por la intendencia de la ciudad de Cipolletti.

La incansable búsqueda de perfiles con balance de imagen positiva, el trabajo de campaña y la desesperación por encontrar “el candidato” llevan a los equipos técnicos del mundo de la política a medir constantemente distintos casos. En ese procedimiento se detectó que la imagen del empresario cipoleño estaba en alza. Sumó su intervención en instituciones como bomberos y federaciones, con resultados óptimos desde lo económico en materia de gestión. Cuando saltó a la escena pública ya estaba medido (y con buenos números).

En cierta forma el camino conocido por todo outsider conlleva una seguidilla de puntos a cumplir. Buena imagen ayudada por vínculos sociales fuertes, el perfil de administración saludable y no tener contaminación política. De hecho, no se debe olvidar que el sello con el que participaría Aníbal al comienzo de su carrera era afín al peronismo, al punto tal que tuvo que irse a otro partido para poder incursionar en sus primeras elecciones. El partido era secundario, lo importante era el candidato y el perfil.

Llegó una intendencia, una victoria importante seguida de cuatro años de gestión económica incuestionable, aunque con muchísimos planteos sociales que lo acorralaron. Tuvo cientos de peleas con ongs a quienes no supo dar respuestas, o al menos algo de lo que ellos esperaban, con semanas de calles cortadas en la ciudad como medida de protesta. El punto débil estaba desnudo. El costado social se mostraba casi abandonado en contrapunto con el superávit fiscal que mostraba la municipalidad

Desde el equipo político se planteó como enfrentamiento de la dicotomía entre la administración saludable empresarial versus la vieja política. Una apuesta que salió mal, porque el resultado fue una derrota electoral. Lo que si hubo fue una lección. En la política las habilidades necesarias son similares a las de una empresa, pero no son iguales.

Su tercer round fue en las elecciones de medio término que lo consagraron como diputado nacional por el partido de Juntos por el Cambio. La contienda estuvo marcada por un voto castigo a la gestión del Frente de Todos en el país. Sería apresurado y aventurado decir que Tortoriello se repuso de la derrota cipoleña y aprendió la lección de la política.

Sin embargo, dos situaciones marcaron el ring fuertemente. La primera es que Aníbal Tortoriello encontró el lugar en el que más se siente identificado y donde mejor se explota su perfil empresarial: la derecha amarilla del sector macrista de la grieta bipolar argentina.

La segunda es que haga lo que haga en el futuro, nunca dejará de hacer política. Aseguró en varias oportunidades que se enamoró de este tipo de vida y que dentro de sus objetivos está la posibilidad de volver a mandar en un ejecutivo. Si va como intendente de Cipolletti o tratará de competir para gobernador se sabrá en los próximos días. Se sostiene en el entorno político que como candidato a intendente gana fácil, pero como candidato a gobernador solo podría terminar como un participante. La pregunta que se hacen desde varios sectores políticos tiene relación con la capacidad de daño. ¿Tortoriello puede trastornar el proyecto Weretilneck?

Si se quedaron con ganas de más, dejo un link con una entrevista que se le pudo realizar en el espacio de AM740 llamado “Política, Una Buena Palabra”.

ENTREVISTA A TORTORIELLO

PC1

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